Santa Cruz crece con autoconstrucción sin asesoramiento técnico
Más del 45% de las nuevas viviendas en la capital cruceña se autoconstruyen. Este proceso, extendido pero desatendido, define la expansión urbana. Expertos señalan que con asistencia técnica podría ser una estrategia sostenible para reducir el déficit habitacional.
Una práctica extendida y sin evolución
La autoconstrucción es un pilar del crecimiento de Santa Cruz, donde miles de familias levantan sus casas sin planos ni supervisión. El urbanista Fernando Prado afirma que este proceso no ha evolucionado en décadas y que los programas de vivienda social prácticamente no llegan a la población. Las familias invierten hasta diez años en construir, habitando estructuras poco funcionales.
El costo de la improvisación
El resultado final suele ser un «cuartererío», no la casa soñada. La ciudad se llena de un mosaico de viviendas levantadas sin normas mínimas de habitabilidad y, en muchos casos, con costos mayores a los necesarios por la falta de planificación.
La oportunidad de la autoconstrucción asistida
El arquitecto Danko Araoz sostiene que el problema no es la autoconstrucción, sino la ausencia de planificación. Con acompañamiento técnico, este proceso podría ser la vía más sostenible para reducir el déficit. Estudios del BID respaldan que la autoconstrucción asistida es una estrategia viable en América Latina.
Reducción de costos y modelos exitosos
Una asistencia técnica adecuada podría reducir los costos hasta en un 30%. Datos del CEDURE indican que una vivienda autoconstruida puede costar cerca de 120 dólares por m², frente a los 220-250 de una tradicional. Modelos como la «vivienda semilla» de México, Chile o Perú demuestran que se puede construir por fases con supervisión.
La fuerza de la organización comunitaria
Más allá de lo técnico, existe un componente sociocultural central. La psicóloga social Isabella Prado destaca que la ayuda mutua —mingas, trabajo colectivo— reduce costos y tiempos. Experiencias en Bolivia, Ecuador y Colombia bajo programas de «autoconstrucción participativa» han logrado disminuir el déficit de vivienda.
Fortalecimiento del tejido social
Isabella Prado subraya que este proceso puede fortalecer la cohesión social. En un contexto de aumento de la criminalidad, la cooperación comunitaria podría ser una herramienta para recomponer los lazos vecinales.
Antecedentes: Un crecimiento urbano acelerado
Santa Cruz de la Sierra crece a un ritmo cercano al 5% anual, con la llegada de unas 80.000 personas cada año. Este crecimiento avanza más rápido que la capacidad de planificación pública, agravando un déficit habitacional histórico. Estudios del CEDURE y proyecciones del INE estiman que más del 45% de las nuevas viviendas se autoconstruyen.
Cierre: El obstáculo institucional y el camino a seguir
El principal problema, según el arquitecto Araoz, es institucional. Propone un sistema basado en asistencia técnica accesible —liderada por universidades y colegios profesionales— y microfinanzas para materiales. Los expertos coinciden en que falta una política pública que integre la autoconstrucción como estrategia central para una urbanización sostenible. El municipio, con competencia en planificación, podría liderar estos programas, invirtiendo en infraestructura de calidad en barrios periurbanos con participación vecinal.