Exdirector penitenciario impulsa un movimiento nacional para reformar las cárceles

Ramiro Llanos, exdirector de Régimen Penenciario, anunció la creación de un movimiento nacional para transformar el sistema carcelario boliviano. La iniciativa, coordinada con la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), promueve un modelo comunitario. Su primer paso será una campaña de donativos para construir nuevas infraestructuras.

Un modelo inspirado en la acción comunitaria

El plan se basa en la participación ciudadana y la construcción colectiva. Llanos explicó que el objetivo no depende de grandes inversiones estatales, sino de activar la solidaridad ciudadana. Propone que instituciones como colegios o medios de comunicación donen materiales. El modelo se inspira en una experiencia aplicada en Brasil, donde comunidades locales construyeron cárceles con sus propios medios.

Los tres pilares para una reforma real

Llanos insistió en que la transformación requiere tres elementos esenciales. Primero, voluntad política por encima del capital. Segundo, una administración exclusivamente civil de los recintos. Tercero, conocimiento técnico para romper la inercia institucional. El control civil, según él, es clave para evitar que los intereses criminales influyan en la gestión.

La advertencia sobre la corrupción estructural

El exdirector advirtió que cualquier reforma profunda debe articular un «gran movimiento» social con liderazgo e integridad. Recomendó a las nuevas autoridades no vincularse con poderes criminales o policiales para no replicar errores. Subrayó que la reforma debe enfrentar de raíz la corrupción estructural que afecta a la seguridad interna, atacando las causas del deterioro y no solo sus síntomas.

El camino propuesto para el cambio

La propuesta apuesta por un «yo colectivo» capaz de movilizar recursos. Llanos aseguró que el cambio penitenciario no depende del dinero, sino de la voluntad. La campaña de donativos es la primera acción concreta para iniciar la construcción de nuevas cárceles bajo este modelo comunitario.

Implicaciones de un sistema gestionado por la sociedad

La iniciativa plantea un cambio de paradigma en la gestión penitenciaria en Bolivia. Al transferir la responsabilidad de la infraestructura y la administración a la sociedad civil, se busca romper con la lógica tradicional de abandono estatal. El éxito del movimiento dependerá de su capacidad para movilizar a la ciudadanía y mantener una gobernanza independiente de los poderes que, según Llanos, han distorsionado el sistema.