Andrej Babis asume como primer ministro checo tras prometer separarse de su imperio empresarial
El magnate Andrej Babis ha sido nombrado primer ministro de la República Checa. Su designación se produjo tras la exigencia del presidente Petr Pavel de que se desvinculara públicamente de su conglomerado Agrofert. Babis prometió colocar sus empresas en un fideicomiso.
Un gobierno con un giro político
El nuevo gabinete, que tomará posesión en los próximos días, representa un cambio significativo respecto al ejecutivo anterior, fuertemente pro-ucraniano. Babis, que ya fue primer ministro hasta 2021, ha girado a la derecha en los últimos años e incluirá en su gobierno a miembros del ultraderechista SPD y del euroescéptico «Motoristas por sí mismos».
La condición clave: el desprendimiento de Agrofert
El presidente Pavel condicionó el nombramiento a que Babis renunciara al control de Agrofert, un conglomerado valorado en 4.300 millones de dólares con más de 200 filiales en alimentación, agricultura y químicos. Babis afirma que la empresa se colocará en un fideicomiso gestionado por un administrador independiente hasta su fallecimiento, momento en el que pasará a sus hijos.
Críticas y escepticismo sobre la separación
Organizaciones como Transparencia Internacional se muestran escépticas. David Kotora, de su filial checa, advierte de que un fideicomiso «ciego» no existe en la legislación local y que Babis podría teóricamente intervenir en asuntos que afecten al sector de Agrofert desde su posición ejecutiva. La complejidad legal del proceso requerirá «un ejército de abogados».
La extensa huella empresarial del magnate
El alcance de los negocios de Babis va más allá de Agrofert. A través de la holding Hartenberg, controla una clínica de salud privada en Praga, una red de clínicas de reproducción, una cadena de floristerías y una retailer de lencería. Esta influencia en diversos sectores de la vida checa está a punto de ampliarse con su vuelta al poder.
Antecedentes: De empresario a primer ministro
Andrej Babis, de 71 años, construyó Agrofert desde cero. Su conglomerado está tan arraigado en la economía checa que existe una aplicación para que los consumidores eviten comprar sus productos. Tras su anterior etapa como primer ministro, regresa al cargo tras ganar las elecciones parlamentarias con su partido ANO.
Cierre: Implicaciones de un liderazgo bajo escrutinio
El principal desafío de Babis será demostrar una separación efectiva de sus intereses empresariales. Su gobierno, con socios de la derecha radical, marca un nuevo rumbo político para el país. La comunidad internacional observará el cumplimiento de su promesa y el impacto en la política exterior checa, especialmente respecto a Ucrania.