La UNEA-7 se inaugura en Nairobi pese a las divisiones geopolíticas globales
Casi 6.000 delegados de más de 170 países asisten a la séptima sesión de la Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente. El encuentro busca acciones sobre clima, biodiversidad y contaminación en un contexto de tensión multilateral.
Un llamado a la acción en medio de la turbulencia
El presidente de la UNEA, Abdullah Bin Ali Al-Amri, afirmó que la cooperación multilateral es “el único camino creíble”. Advirtió que el incrementalismo ya no es suficiente y que los compromisos deben traducirse en proyectos y marcos legales. La directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, reconoció las “aguas geopolíticas turbulentas” pero instó a buscar consenso, apelando al “espíritu de Nairobi”.
La brecha entre la ciencia y la política
Varios informes presentados alertan de que las emisiones globales siguen aumentando. Andersen señaló que el aumento de la temperatura media global probablemente superará 1,5°C en la próxima década. Pese a las vías de transformación científicas, la degradación ambiental avanza.
Preocupaciones y negociaciones pendientes
Grupos de la sociedad civil y jóvenes presentes alertaron de una “crisis de cooperación internacional” y un déficit de confianza. Las negociaciones de la UNEA-7 abarcarán 15 resoluciones sobre plásticos, minerales, inteligencia artificial y gobernanza del agua. El éxito depende de que las naciones puedan tender puentes en un sistema multilateral polarizado.
Antecedentes de la asamblea
La UNEA-7 se celebra bajo la tensión de guerras, políticas económicas proteccionistas y divisiones globales que socavan la capacidad de consenso en materia ambiental. Reúne a 79 ministros y 35 viceministros.
Cierre e implicaciones
El resultado de la asamblea, incluida una declaración ministerial y la estrategia del PNUMA para 2026-29, pondrá a prueba la eficacia de la gobernanza ambiental multilateral en un momento de fragmentación global. La capacidad de compromiso definirá la respuesta colectiva a las crisis planetarias.