Zelensky se reúne con líderes europeos ante presión de EE.UU. por acuerdo rápido con Rusia

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, mantuvo conversaciones en Londres con el primer ministro británico, Sir Keir Starmer, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Friedrich Merz. El encuentro se produce en un contexto de presión estadounidense para que Ucrania alcance un acuerdo de paz rápido con Rusia, mientras Europa intenta equilibrar su apoyo a Kyiv con mantener a Washington comprometido.

La danza diplomática europea

Los líderes europeos caminan sobre la cuerda floja entre respaldar a Ucrania y no alienar a Estados Unidos. La Estrategia de Seguridad Nacional publicada por la administración Trump acusa a los europeos de tener «expectativas poco realistas» sobre el fin de la guerra. A puerta cerrada, los líderes europeos temen que Trump busque una solución rápida que podría no garantizar una paz duradera.

Preocupaciones y limitaciones europeas

Para Kyiv, los temas cruciales son la cesión de territorio y las garantías de seguridad. Existe preocupación de que si Rusia es «recompensada» con territorio ucraniano, se podría sentir alentada a atacar a otros países. Sin embargo, Europa no está en condiciones de apoyar militarmente a Ucrania sin EE.UU., debido a décadas de baja inversión en defensa y a las actuales restricciones presupuestarias.

Antecedentes: La presión por un acuerdo rápido

El encuentro en Londres se produjo en medio de los esfuerzos de EE.UU. para que Moscú y Kyiv suscriban rápidamente un plan para poner fin a la guerra. Washington ya ha detenido la ayuda directa a Ucrania, aunque aún proporciona inteligencia y permite la compra de armas estadounidenses por parte de países europeos para enviarlas a Kyiv.

Cierre: Una postura europea cautelosa

Las diferencias en los enfoques europeo y estadounidense hacia Moscú son evidentes. Mientras Europa ve a Rusia como una amenaza desestabilizadora, la administración Trump habla de construir «estabilidad estratégica» con Moscú. Los líderes europeos expresan con cautela sus preocupaciones en público, intentando evitar un distanciamiento mayor con Washington, al que aún describen como su mayor aliado.