Vicepresidente Lara nombra a exfiscal Jaime Soliz en su gabinete tras acusarlo de corrupción
El exfiscal departamental de Santa Cruz, Jaime Soliz, fue designado como director general de Planificación y Políticas Públicas de la Vicepresidencia. El cargo fue otorgado por el vicepresidente Edman Lara, quien meses atrás había acusado públicamente a Soliz de ser corrupto y oportunista. Soliz confirmó que asumió el puesto hace tres días.
Un nombramiento que contrasta con acusaciones previas
Jaime Soliz asume la dirección general de Planificación y Políticas Públicas de la Vicepresidencia. Sus funciones incluyen planificar las labores del Legislativo y desarrollar políticas de Estado y gubernamentales. El exfiscal, que fue precandidato a las elecciones generales de este año, aceptó el cargo por invitación directa de Lara.
Antecedentes de un conflicto público
En junio de este año, el vicepresidente Edman Lara difundió un video donde arremetió contra Soliz. Lara lo llamó «corrupto, cobarde, calculador y oportunista», alegando que el exfiscal hizo campaña por la reelección de Evo Morales a cambio de cerrar casos en su contra. Estas declaraciones generaron un notable conflicto público entre ambas figuras.
Soliz justifica el cargo y habla de una relación respetuosa
Frente a las anteriores acusaciones, Jaime Soliz ofreció su versión. Aseguró que aceptó el nombramiento porque «nos conocemos hace un buen tiempo» y tienen un trato respetuoso. Soliz afirmó que Lara consideró que él podía aportar y que, como boliviano, está para servir desde el lugar que se le asigne.
Repercusión en la esfera política
Este nombramiento muestra un cambio drástico en la relación pública entre el vicepresidente y el exfiscal. La designación se produce en la Vicepresidencia del Estado, una entidad clave en la estructura gubernamental y legislativa de Bolivia. El hecho pone de manifiesto una reconfiguración de alianzas dentro del entorno político oficialista.
Un giro que redefine alianzas políticas
La incorporación de Soliz al equipo de Lara cierra un capítulo de enfrentamiento verbal y abre uno de colaboración institucional. El movimiento altera la dinámica interna del oficialismo, integrando a una figura con experiencia fiscal y política en Santa Cruz en un cargo de planificación nacional. La designación queda formalizada en la estructura de la Vicepresidencia.