Irlanda inicia piloto de seis meses para dotar de tasers a 128 agentes
Unos 128 agentes uniformados de primera línea en Dublín, Waterford y Kilkenny portarán tasers en un proyecto piloto de seis meses. El Ministro de Justicia, Jim O’Callaghan, presentó la iniciativa al Gabinete irlandés. La policía de la República está mayoritariamente desarmada.
Respuesta a un aumento de agresiones
El Tánaiste (viceprimer ministro), Simon Harris, justificó la medida ante el aumento de «niveles de ataques» contra los agentes. La Garda Representative Association (GRA) dio la bienvenida a la noticia, citando casi 1.000 agresiones a gardaí el año pasado, 300 de ellas graves. Su vicepresidente, Niall Hodgins, afirmó que los tasers pueden contribuir a la «desescalada» de encuentros violentos.
Preocupación de las libertades civiles
El Irish Council for Civil Liberties (ICCL) expresó su «profunda preocupación». Su director, Joe O’Brien, lo calificó de «cambio completo» respecto a la tradición policial y cuestionó qué problemas resolverá el piloto. El ICCL sostiene que los tasers no son una herramienta de desescalada efectiva en todas las situaciones.
Un cambio en la policía tradicionalmente desarmada
Actualmente, solo los miembros de la unidad especializada armada de la Garda tienen acceso a armas de fuego. Este piloto supone una ampliación significativa del equipamiento defensivo para agentes uniformados de primera línea.
Un piloto que genera debate sobre seguridad y derechos
El proyecto, limitado en tiempo y alcance geográfico, enfrenta las demandas de protección policial con las advertencias sobre el uso de fuerza. Sus resultados definirán si el despliegue de tasers se extiende al resto de la Garda.