Internos denuncian extorsión policial en cárceles pese a promesa de Sokol
Los internos de los penales de San Pedro y Morros Blancos denuncian que continúan las redes de cobros ilegales y extorsión por parte de policías. Esto ocurre a pesar del anuncio de «tolerancia cero» contra la corrupción hecho por el comandante general de la Policía, Mirko Sokol. Los reclusos exigen que las promesas se traduzcan en cambios reales dentro de los recintos penitenciarios.
Denuncias específicas desde los penales
En el penal de San Pedro, en La Paz, los internos detallan que los policías cobran por el ingreso de visitas, alimentos y sustancias prohibidas. Afirman que una parte del dinero recaudado por los delegados llega hasta el coronel director del penal. En Morros Blancos, Tarija, una carta firmada por los reclusos acusa directamente al gobernador del recinto, un teniente coronel, de liderar el esquema. Se exige entre 3.000 y 15.000 bolivianos a los nuevos reclusos.
La respuesta institucional y su cuestionamiento
El comandante Sokol prohibió en su posesión cobrar «un solo centavo» a los ciudadanos y emitió un memorando interno que amenaza con sanciones. Sin embargo, para la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), esto es insuficiente. Su vicepresidenta, Yolanda Herrera, señala que la corrupción es estructural y que el sistema policial está «amañado» para encubrir los delitos.
Un sistema descrito como «podrido» desde la base
Miguel Sotelo, de la pastoral penitenciaria, corrobora las denuncias y describe una complicidad entre policías y mafias internas. Explica que los efectivos filtran información para identificar a reclusos con familias que puedan pagar. Sotelo afirma que «todo se cobra» dentro del penal y que remover a los policías corruptos es un proceso lento. Califica al sistema como «un árbol podrido que debe arrancarse de raíz».
El antecedente: una promesa de tolerancia cero
El comandante general de la Policía, Mirko Sokol, aseguró en su posesión que «queda totalmente prohibido cobrar un solo centavo a ningún ciudadano boliviano por ningún motivo». Dijo que la institución ingresaría en un proceso de transformación para ser moderna y humana.
Conclusión: la exigencia de un cambio estructural
Las denuncias coinciden en que las promesas anticorrupción serán insuficientes sin una intervención en los núcleos de poder que permiten que la extorsión sobreviva. Se señala la necesidad de una refundación estructural para erradicar prácticas arraigadas en la Policía y en el Régimen Penitenciario.