Robo en Louvre por fallos de seguridad denunciados desde 2014
Usaban «Louvre» como contraseña y software obsoleto. Un informe de 2014 ya alertó de vulnerabilidades que facilitaron el robo de joyas de la Corona en octubre.
Cambio de postura gubernamental
La ministra de Cultura Rachida Dati negó inicialmente fallos, pero cambió su discurso días después admitiendo «deficiencias» y anunciando auditorías de emergencia.
Auditoría reveladora de 2014
La Agencia Nacional de Ciberseguridad de Francia (ANSSI) detectó contraseñas triviales y sistemas obsoletos. Expertos accedieron a la red de seguridad usando «LOUVRE» como clave.
Problemas persistentes
Una auditoría de 2017 encontró las mismas deficiencias, con equipos Windows 2000 y XP aún operativos. El museo se negó a comentar las medidas correctivas aplicadas.
Software sin mantenimiento
El sistema Sathi, adquirido en 2003, figuraba en 2025 como «software que no se puede actualizar«. Thales, su desarrollador, confirmó que no tenía contrato de mantenimiento.
Consecuencias inmediatas
El responsable del estudio ante el Senado, Vincent Annereau, exigió modernización urgente. Las cámaras de vigilancia exterior habían vencido sus contratos en julio.
Antecedentes desatendidos
Documentos confidenciales muestran que el Louvre fue advertido repetidamente sobre sus vulnerabilidades de ciberseguridad durante una década, sin corregirlas completamente.
Implicaciones de seguridad
Las fallas persistentes comprometen la protección del museo más visitado del mundo, exponiendo obras de arte a robos a pesar de las advertencias técnicas.