Asesinato de Rabin hace 30 años erosionó la paz en Israel
El crimen fue cometido por un israelí de extrema derecha. Hoy el gobierno está en manos de Benjamín Netanyahu, quien se apoya en ministros ultranacionalistas.
Conmoción y división tras el magnicidio
El asesinato del primer ministro Yitzhak Rabin horrorizó al Estado de Israel, aunque según la historiadora Nurit Cohen no todo el país estuvo de luto, existiendo sectores que sintieron alivio. Cohen insta a recordar este hecho para comprender sus implicaciones.
Los Acuerdos de Oslo y la reacción ultraderechista
Rabin fue artífice de los Acuerdos de Oslo con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Este marco para la paz fue entendido como un ultraje por la ultraderecha, que tildó a Rabin de traidor. Itamar Ben Gvir, actual ministro de Seguridad Nacional, protagonizó actos de amenaza semanas antes del asesinato.
Un legado de paz frente a un presente de ultraderecha
Yossi Beilin, negociador de Oslo, afirma que el asesinato no supuso un cambio radical para la política israelí, pero la presencia hoy de ministros radicales como Ben Gvir muestra el auge de la ultraderecha. Beilin señala que los asentamientos son el mayor obstáculo para la paz.
El recuerdo de una lucha por la paz
El verdadero legado de Rabin, según Beilin, es comprender que debe aprovecharse cualquier oportunidad de paz. Rabin definió esta lucha como una guerra por la paz sin muertos. Su figura permanece como un modelo de lucha con riesgos.