Stockinger fabrica barricas de roble para vinos premium
Un año de antelación para encargar una barrica. Los viticultores eligen madera para sus mejores caldos a pesar de los altos costes y la compleja fabricación.
El arte de la crianza en madera
Tras la fermentación, el vino no se embotella directamente, sino que reposa durante semanas, meses o años en barricas. Aunque los tanques de acero son más económicos y fáciles de limpiar, muchos bodegueros reservan la madera para sus vinos más selectos.
Un nombre con repercusión global
La firma Stockinger es un referente internacional. Sus barricas de roble son identificadas en bodegas de todo el mundo, consolidando su papel clave en la elaboración de vinos de alta gama.
El proceso tras la vendimia
La culminación de la cosecha da paso al trabajo en bodega. El mosto fermenta, transformando el azúcar en alcohol, antes de iniciar su etapa de maduración en distintos recipientes.
Elección que define la calidad
La preferencia por barricas de roble, pese a sus desventajas logísticas frente al acero, subraya su impacto en el perfil organoléptico final. Esta decisión técnica repercute directamente en la estratificación del mercado vitivinícola.