Geflügelwirtschaft de Mecklemburgo exige obligatoriedad de estabulación
Más de 200.000 aves han muerto o sido sacrificadas en el noreste de Alemania debido al brote de gripe aviar. La industria avícola solicita la orden de estabulación para proteger las explotaciones y garantizar la comercialización de productos como los huevos.
Presión para la estabulación obligatoria
El Geflügelwirtschaftsverband MV considera urgente una orden de confinamiento para el ganado avícola. Su presidenta, Marion Dorn, advirtió que, de lo contrario, se producirían elevadas pérdidas económicas. Bajo una orden de estabulación, los huevos de gallinas camperas podrían comercializarse como tal durante un tiempo, manteniendo precios más altos.
Apoyo y excepciones políticas
El diputado Thomas Diener (CDU) apoyó la medida, calificándola de necesaria. Sin embargo, pidió excepciones prácticas para las explotaciones de patos y gansos, que a menudo carecen de capacidad de estabulación suficiente al final del periodo de cebo.
La perspectiva del gobierno regional
El ministro de Agricultura, Till Backhaus (SPD), se mostró partidario de estabular las aves cuando sea posible. Reconoció que la situación es compleja y que el virus está extendido. Los daños económicos podrían ascender a millones de euros. Backhaus recomendó a las autoridades que decidan sobre la estabulación regional tras una evaluación individual de riesgos.
Impacto en la producción
Mecklemburgo-Antepomerania produjo 731,4 millones de huevos en 2024. Uno de cada cuatro huevos en la región se produce de forma ecológica. La industria celebró el 35 aniversario de su asociación.
Antecedentes: Situación nacional crítica
El Friedrich-Loeffler-Institut (FLI) reporta 35 brotes en explotaciones comerciales desde septiembre. El número de aves sacrificadas preventivamente en Alemania supera ya las 500.000. Los estados más afectados son Baja Sajonia, Mecklemburgo-Antepomerania y Brandeburgo.
Cierre: Necesidad de una solución a largo plazo
Marion Dorn subrayó la necesidad de desarrollar una vacuna para esta enfermedad, que lleva décadas presente. La crisis actual subraya la vulnerabilidad económica del sector y la urgencia de medidas sanitarias efectivas para proteger la cabaña avícola.