Llamadas y tráfico de armas vinculan a policías y militares con sicarios
Seis uniformados y un brasileño están sindicados por el asesinato de Edgar Dorado, alias ‘El Jefe’. Un informe de inteligencia basado en registros de llamadas y análisis de celulares detalla su presunta colaboración con el grupo criminal de ‘Coco Vásquez’.
Vínculos a través de llamadas telefónicas
Un diagrama de vínculos elaborado a partir del registro de llamadas de seis celulares incautados identifica a 28 sospechosos en el asesinato de ‘El Jefe’. La inteligencia señala a dos policías y cuatro militares que habrían proveído armamento letal a la organización criminal.
Los actores clave en la investigación
Por la Policía están implicados el capitán Franz Chávez y el suboficial Ovidio Paredes. De la Armada Boliviana, figuran Josué Apaza, Jhilmar Condorena, Kevin Tumiri y José Barbosa. Los reportes telefónicos confirman su contacto con el brasileño Neogelio Marmitt, presunto contrabandista, y con ‘Coco Vásquez’.
El móvil del crimen organizado
El informe sugiere que los uniformados formarían parte de la organización criminal, proveyendo armas para actividades ilícitas en el oriente boliviano. Los reportes de antenas sitúan a los sicarios cerca del lugar del crimen minutos antes del asesinato.
Antecedentes del caso ‘El Jefe’
Edgar Dorado, alias ‘El Jefe’, estaba prófugo y sindicado como autor material del triple asesinato de policías en Porongo en 2022, hecho por el cual Misael Nállar ya fue condenado. Su asesinato en Santa Ana de Yacuma se investiga como parte de una pugna por el control territorial.
Implicaciones de la infiltración
La investigación revela una presunta infiltración de instituciones estatales por el crimen organizado. El caso expone los vínculos entre uniformados, tráfico de armas y grupos sicarios, con repercusiones directas en la seguridad del oriente boliviano.