Paz afronta desafíos políticos y económicos en Bolivia
El presidente electo Rodrigo Paz asume el 9 de noviembre con el 54% de los votos. Su gobierno debe consolidar poder en el legislativo y gestionar la relación con los movimientos sociales para enfrentar la crisis económica.
Los Dos Pilares de la Gobernabilidad
La primera prueba para Paz es consolidar su base de poder en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP). El Partido Demócrata Cristiano (PDC) carece de estructura partidaria sólida, lo que genera riesgo de faccionalismo interno. Aunque tiene mayoría simple con Unidad, para reformas constitucionales necesita el apoyo de LIBRE, relación tensionada por la campaña electoral.
El Poder de los Movimientos Sociales
El segundo desafío es la relación con los movimientos sociales. Su apoyo fue clave para la victoria, pero no garantiza lealtad incondicional. Estas organizaciones, con historial de empoderamiento, pueden recurrir a movilizaciones si se sienten desfavorecidas, amenazando la estabilidad social.
Condiciones para la Acción de Gobierno
La capacidad del nuevo gobierno para emprender políticas está condicionada por la superación de estos dos desafíos políticos: necesita un legislativo alineado y una articulación efectiva con los movimientos sociales.
El Legado y la Encrucijada Económica
Una vez resueltos los obstáculos políticos, el siguiente gran desafío es el económico. Paz recibe un país con escasez de dólares, inflación y reservas en descenso. La eliminación de subsidios a combustibles, crucial para la sostenibilidad fiscal, podría provocar un grave descontento social, como el precedente de 2010 bajo Evo Morales.
Una Nueva Etapa Política
El gobierno de Paz se enfrenta a la disyuntiva de impulsar reformas estructurales que fortalezcan las instituciones o concentrarse solo en los problemas económicos más apremiantes. El panorama político se definirá con mayor claridad tras las elecciones subnacionales del próximo año, que establecerán la nueva correlación de fuerzas en el país.
