Paz asegura combustible desde el 8 de noviembre tras dialogar con EEUU
Rodrigo Paz, presidente electo de Bolivia, mantuvo conversaciones con Estados Unidos y países amigos para resolver la escasez de combustible. Anunció el fin del subsidio al combustible, lo que incrementará su precio.
Gestión internacional para abastecimiento urgente
El mandatario electo coordinó con el gobierno de Estados Unidos y países como Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay para garantizar el suministro de hidrocarburos a partir del 8 o 9 de noviembre. El objetivo es resolver las largas filas en estaciones de servicio, que actualmente duran entre dos y seis horas para nafta, y hasta tres días para diésel en el caso de los camioneros.
Fin del subsidio y nuevo precio
Paz confirmó que retirará el subsidio al combustible, que estaba fijado en 3,72 bolivianos. Su equipo económico estima que el litro podría pasar a costar entre 7 y 8 bolivianos. Un asesor asegura que con estas negociaciones podrían tener combustibles garantizados por los próximos seis meses.
Giro en la política exterior boliviana
Paz anunció que Bolivia «regresará al mundo libre» con una política orientada a la apertura económica y la lucha contra la corrupción. Criticó las dos décadas de gobiernos del MAS, calificándolas de «absoluto fracaso» en gestión geopolítica. También destacó la «señal clara» del gobierno de Estados Unidos y la felicitación de Marco Rubio.
Acercamiento a la oposición venezolana
En otro gesto de cambio, Paz mantuvo una videollamada con María Corina Machado, líder de la oposición venezolana. La felicitó por el Premio Nobel de la Paz y pidió por la recuperación de la democracia en Venezuela.
Transición de gobierno y gabinete
Paz afirmó que ya tiene los nombres de su gabinete pero prefirió no revelarlos. Solicitó garantías específicas para evitar sorpresas administrativas durante la transición con el gobierno de Luis Arce, aunque reconoció la «muy buena voluntad» del presidente saliente.
Antecedentes de la crisis energética
La escasez de combustible es la primera demanda de la población boliviana. Desde hace meses, los ciudadanos enfrentan largas filas en estaciones de servicio para cargar nafta, mientras los camioneros pueden demorar entre dos y tres días para conseguir diésel.
Implicaciones del nuevo rumbo
El gobierno electo implementará un programa de ajuste económico con la paciencia social como límite. Los cambios incluyen el fin del subsidio al combustible, una nueva política exterior de apertura y el compromiso de combatir la corrupción y el despilfarro estatal.