Cable no apto para personas causó accidente de funicular en Lisboa con 16 muertos
Un cable no conforme a la normativa para transporte de personas causó el accidente del funicular de Gloria en Lisboa el 3 de septiembre. El informe preliminar del GPIAAF señaló irregularidades en su instalación y uso. El sistema de emergencia no logró frenar la cabina que descarriló.
Hallazgos del organismo investigador
El Gabinete de Prevención e Investigación de Accidentes de Aeronaves y Accidentes Ferroviarios (GPIAAF) determinó que el cable roto no cumplía con las especificaciones de la empresa gestora, Companhia Carris de Ferro de Lisboa (CCFL). El cable, que se rompió tras 337 días de uso, tampoco estaba certificado para instalaciones de transporte de personas.
Fallas en los controles internos
El GPIAAF atribuyó el uso de cables inadecuados a varios fallos acumulados en el proceso de adquisición y aceptación de la CCFL. Los mecanismos organizacionales de control interno de la compañía no fueron suficientes para prevenir o detectar estas deficiencias.
Irregularidades en el mantenimiento
El informe destacó que en la zona de la rotura no era posible realizar una inspección visual sin desmontar parte de la instalación. Además, existen evidencias de que las tareas de mantenimiento registradas como cumplidas no siempre se corresponden con labores efectivamente realizadas.
Fallo de los sistemas de seguridad
Los técnicos constataron que el sistema de emergencia activó el corte de energía, pero el frenado no ocurrió. El guardafrenos se activó tanto de forma automática como manual, pero ninguna de estas acciones fue eficaz para inmovilizar la cabina.
Antecedentes del funicular histórico
El Ascensor de Gloria, inaugurado en 1885, conectaba la plaza de los Restauradores con el Bairro Alto y el mirador de São Pedro de Alcântara. Tras el accidente que causó 16 víctimas mortales, el funicular fue desmantelado y se suspendieron las actividades de otros ascensores turísticos en la capital portuguesa.
Consecuencias e implicaciones
La investigación del GPIAAF reveló deficiencias sistémicas en los procesos de control y mantenimiento de la CCFL. El accidente ha llevado a la suspensión temporal de los funiculares turísticos de Lisboa, afectando a uno de los transportes históricos más emblemáticos de la ciudad mientras se revisan los protocolos de seguridad.