Trump plantea enviar misiles Tomahawk a Ucrania para presionar a Rusia
Donald Trump declaró que podría suministrar misiles de crucero Tomahawk a Ucrania si Rusia no actúa para poner fin a la guerra. La advertencia se realizó a bordo del Air Force One el 12 de octubre, planteando el uso de este sistema de largo alcance como medida de presión.
Un salto en capacidades militares
Los misiles Tomahawk son armas de precisión con un alcance de entre 1.250 y 2.500 kilómetros, muy superior a los sistemas ATACMS que Ucrania utiliza actualmente. Este incremento de capacidades permitiría a Ucrania alcanzar objetivos en la retaguardia profunda rusa, como bases aéreas y centros de mando.
Cambio estratégico en el conflicto
La posible introducción de los Tomahawk alteraría la geografía de la guerra. Rusia se vería forzada a dispersar sus activos, reforzar defensas y alejar su equipo de valor del frente. Incluso sin una transferencia formal, el anuncio influye en la planificación militar y las negociaciones.
Estrategia calculada de Washington
Al hacer pública esta opción, Estados Unidos envía una señal a Moscú sin comprometerse definitivamente. La administración Trump explora vías de transferencia, como la participación de aliados o el uso del sistema terrestre Typhon, manteniendo márgenes de maniobra política y legal.
Riesgo controlado de escalada
Rusia califica la idea de provocación escalatoria, que es precisamente el objetivo de la advertencia. Washington es consciente de que un mayor alcance conlleva riesgos de cálculo erróneo, por lo que cualquier transferencia iría acompañada de normas estrictas sobre su uso y objetivos.