Conflictos sociales en Bolivia disminuyen pero apuntan al Estado
Los conflictos bajaron de 110 a 77 entre marzo y agosto. La Fundación UNIR Bolivia atribuye esta reducción a la expectativa por el cambio de Gobierno y advierte que las protestas pueden escalar sin medidas efectivas.
Origen de la conflictividad
El informe de UNIR señala que los conflictos registrados tienen su origen en la crisis económica y una profunda debilidad estructural de las instituciones. Huáscar Pacheco explica que el tipo de conflictividad que aumentó es la que interpela al Estado por la falta de recursos.
Preocupación ciudadana y perspectiva de líderes
Una encuesta de la FES revela que la crisis económica y la corrupción son las principales preocupaciones. Entre 123 líderes de opinión, el 43,1% se declaró muy preocupado por una posible conflictividad futura.
Un escenario político complejo
La politóloga Luciana Jáuregui advierte que la heterogeneidad y provisionalidad de las alianzas políticas anticipa un escenario difícil para la gobernabilidad. Subraya el riesgo de un gobierno dividido que genere bloqueo institucional.
El factor del evismo
Jáuregui identifica al evismo como otro polo de conflictividad, con capacidad para paralizar el país desde la región del Chapare. Sin embargo, Pacheco considera improbable un estallido social en lo que queda de 2025.
Antecedentes: Una Asamblea de minorías
Por primera vez desde 2006, el MAS dejará el poder. Las elecciones del 17 de agosto configuraron una Asamblea de minorías, donde las fuerzas enfrentadas necesitan acuerdos para alcanzar dos tercios y avanzar en reformas.
Cierre: La incertidumbre como horizonte
El futuro inmediato de Bolivia está marcado por la incertidumbre. La capacidad del nuevo Gobierno para establecer acuerdos y aplicar políticas compensatorias será clave para evitar que los conflictos sociales contenidos se desaten y se afecte la estabilidad del país.