IA y economía circular impulsan la competitividad empresarial
La integración de inteligencia artificial y economía circular se perfila como un modelo indispensable para la competitividad empresarial. El World Economic Forum (WEF) proyecta que para 2030 la competitividad se medirá por sostenibilidad e inteligencia operativa.
Transformación del modelo productivo
Carlos Molina, director de Ingeniería Comercial de la Universidad Franz Tamayo (UNIFRANZ), explica que la economía circular implica reducir residuos al mínimo y mantener materiales dentro de la economía mediante reciclaje. Según la ONU, el 90% de la pérdida de biodiversidad y el 70% de las emisiones industriales se deben a la extracción de recursos.
Cuatro aplicaciones clave de la IA
La inteligencia artificial optimiza la circularidad mediante rediseño inteligente de productos, donde la IA modela escenarios y evalúa materiales. Gestiona cadenas de suministro eficientes, eliminando fricciones en procesos como devolución y reacondicionamiento. Crea ecosistemas colaborativos basados en datos, coordinando redes entre recicladores, reparadores y fabricantes. Proporciona decisiones estratégicas con inteligencia predictiva, simulando escenarios y previendo fluctuaciones.
Antecedentes de un cambio necesario
La presión regulatoria, la volatilidad de materias primas y la demanda ciudadana empujan a las empresas a rediseñar sus modelos. El WEF señala que las compañías que no adopten prácticas circulares serán menos rentables y perderán relevancia.
Implicaciones para el mercado global
Las empresas que integren IA y circularidad fortalecerán sus cadenas de suministro y generarán relaciones más sólidas con clientes. Quienes mantengan el modelo lineal de «tomar, producir y desechar» enfrentarán márgenes más bajos y mayor riesgo.