El optimismo moldea el cerebro y mejora la resiliencia mental
El optimismo genera patrones neuronales comunes en la corteza prefrontal medial. Un estudio con 87 participantes revela diferencias cerebrales entre actitudes positivas y negativas. Mónica Messa, de UNIFRANZ, afirma que esta mentalidad es una herramienta de resiliencia.
Diferencias cerebrales entre optimistas y pesimistas
Un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) analizó la actividad cerebral mediante resonancia magnética funcional. Los optimistas mostraron patrones neuronales comunes en la CPFm, región vinculada a la regulación emocional. Los pesimistas exhibieron patrones diversos y desorganizados.
Procesamiento de escenarios futuros
Los optimistas distinguen con precisión eventos positivos y negativos. Procesan los escenarios adversos de manera abstracta y distante, mientras que los positivos los representan con intensidad. Los pesimistas tienen esta percepción invertida.
Beneficios de una mentalidad positiva
Mónica Messa, directora de Psicología de UNIFRANZ, señala que el optimismo fortalece las relaciones interpersonales y reduce el estrés. La psicóloga enfatiza que la felicidad no es un estado permanente, sino un equilibrio entre expectativas y gestión.
Antecedentes científicos del optimismo
La investigación de las universidades de Tokio, Kobe y Kindai demuestra la convergencia de positividad a nivel neuronal. El reporte señala que los hallazgos destacan una convergencia neuronal de optimismo en la CPFm.
Implicaciones para la salud mental
El optimismo constituye una herramienta de resiliencia frente a adversidades. Cultivar una mentalidad positiva es un ejercicio de neuroplasticidad que fortalece el bienestar a largo plazo. Messa concluye que el optimismo se construye a diario y transforma cómo el cerebro procesa el mundo.