Experto urge agenda productiva post-extractivista para Bolivia
La economía boliviana necesita superar su dependencia histórica de materias primas. Daniel Agramont Lechín, de la Fundación Friedrich Ebert Stiftung (FES), alerta sobre la urgencia de un nuevo modelo de desarrollo ante la crisis energética y el agotamiento del gas.
Advertencia sobre la dependencia extractivista
El coordinador de proyectos de la FES afirma que el país ha dependido siempre de productos básicos, sin desarrollar una agenda productiva sólida. Reconoce intentos de diversificación en 50 años, pero estos se abandonaban con cada repunte de precios de commodities. El gas natural fue el último motor económico, pero su agotamiento evidencia la falta de inversión en sostenibilidad.
El litio no es la solución inmediata
Agramont descarta que el litio constituya una alternativa sólida a corto plazo. “Estamos exportando un poco desde una planta piloto; no hemos comenzado la era del litio”, precisa. Insiste en la urgencia de una agenda que vaya más allá de esperar otro ciclo de bonanza.
Propuestas para una Bolivia post-extractivista
El libro presentado plantea reorientar el desarrollo hacia sectores con mayor valor agregado. Se proponen el turismo, la agroindustria, la economía circular, la electromovilidad y las cadenas agroforestales. La visión es la generación de valor más allá de las materias primas.
Crisis energética y financiamiento verde
El experto alerta sobre una crisis energética que podría obligar a importar gas en 2028. Señala que “hay un montón de dinero verde circulando en el mundo” al que Bolivia no ha accedido. La transición energética, incluido el potencial hidroeléctrico, se presenta como una oportunidad concreta.
La economía creativa como pilar emergente
Este sector ya genera empleo y mueve recursos importantes en el país. Agramont sostiene que “la gente desde abajo ya está en la economía creativa”, pero critica la falta de apoyo desde las políticas públicas. Un impulso decidido podría potenciar su crecimiento.
Antecedentes: Un modelo agotado
La economía boliviana ha estado históricamente atada a los ciclos internacionales de los commodities, desde el estaño y el gas hasta las actuales expectativas en el litio. El experto advierte que insistir en este modelo extractivista condena al país a repetir errores del pasado.
Cierre: Una urgencia histórica
El proceso requiere decisiones valientes y rápidas, con un plazo de tres años para evitar un colapso. Se necesita invertir para obtener gas en el corto plazo mientras se siembran las bases de un desarrollo productivo diversificado, redefiniendo el rumbo del país hacia un futuro más sólido.