Choferes de Santa Cruz pagan multas por retrasos en recorridos
Los conductores afrontan multas de hasta 20 bolivianos por minuto de retraso. El sistema de control por GPS y la obligación de entregar una renta fija diaria a los dueños de los micros generan presión laboral y afectan el servicio.
Un sistema de control cuestionado
Los choferes denuncian que el control mediante GPS y tarjeta de marcado es estricto y castiga los retrasos por segundos. Jhonny Contreras, secretario del Sindicato de Choferes de Micro, lo califica como «un sistema criminal». La sanción económica por cada minuto de atraso en el primer tramo de la ruta oscila entre 10 y 20 bolivianos, dependiendo de la línea de transporte.
Protesta por mejores condiciones
Un grupo de conductores, incluidos retirados y activos, ha instalado un piquete de huelga de hambre en la plaza principal. Exigen la mejora de sus condiciones laborales. Contreras fue retirado de su línea por actuar como portavoz de las quechas del sector.
La carga económica para el conductor
Los choferes no son asalariados ni tienen seguro social. Su ingreso depende de lo que obtengan después de cubrir una renta fija diaria para el propietario -que puede ser de 450 a 470 bolivianos-, el combustible y las multas. Un conductor relata que, tras descontar todos los gastos, puede llegar a su casa con unos 80 bolivianos.
Jornadas laborales extensas
La carga laboral se intensifica con jornadas de entre 16 y 18 horas. Quienes inician turno a las 5:00 deben levantarse al menos una hora antes. Quienes empiezan a las 6:00 o 7:00 pueden terminar alrededor de las 22:00 o 23:00.
Repercusión directa en los pasajeros
La presión sobre los conductores afecta directamente la calidad del servicio. Los pasajeros reportan que los micros no siempre se detienen y, cuando lo hacen, viajan repletos. Verónica Soliz, una usuaria, confirma esta situación. Otros pasajeros han resultado lastimados cuando el micro arranca antes de que terminen de subir.
Antecedentes de la presión en las rutas
El sistema de control implementado por las líneas busca mantener el orden y la competencia para que todos los buses tengan pasajeros. Sin embargo, los choferes deben competir por los ciudadanos que necesitan transporte, lo que genera una batalla diaria contra el tiempo que se traduce en multas y menos ingresos.
Cierre: Una problemática que busca solución
Las actuales condiciones laborales y el sistema de control tienen implicaciones en la seguridad vial y el bienestar de conductores y pasajeros. Róger Roca Saavedra, director departamental de Tránsito, considera que el transporte público puede mejorar con un sistema de trabajo más eficiente que no apresure la conducción.