Inflación de la eurozona sube a 2,2% mientras actividad fabril se contrae
La inflación subyacente se mantiene en el 2,3%. El Banco Central Europeo (BCE) enfrenta presiones contradictorias por la persistencia de precios y el debilitamiento del crecimiento.
Datos en tensión
El índice de precios al consumo de la eurozona aumentó al 2,2% interanual en septiembre. Paralelamente, el indicador de actividad manufacturera (PMI) cayó a 49,8 puntos, por debajo del umbral de expansión. Alemania registró 49,5, Francia 48,2 y Italia 49,0, mientras España se mantuvo en crecimiento con 51,5.
Reacción de los mercados
La subasta del bono alemán a 10 años se situó en el 2,72%, por encima del 2,25% anterior. Los inversores demandan mayor rentabilidad ante la lentitud de la desinflación y las dudas de crecimiento.
Dilema para el BCE
Miembros del BCE como Frank Elderson, Luis de Guindos y Joachim Nagel del Bundesbank defienden la prudencia. Recortar tipos demasiado rápido podría reactivar la inflación, mientras que hacerlo muy lento profundizaría la recesión industrial.
Contrapunto positivo
Las matriculaciones de automóviles crecieron un 38,9% mensual. Esta evolución dependerá del coste de la financiación y la demanda externa.
Impacto global
Un BCE cauteloso mantiene los rendimientos europeos firmes y limita el avance del euro. Esto reduce marginalmente la presión global del dólar, pero señala una menor demanda europea de importaciones para economías emergentes.
Repercusión financiera
Los analistas recomiendan priorizar balances de calidad y crédito europeo de alto grado mientras la manufactura permanezca en contracción. Sugieren ser selectivos con los valores cíclicos vinculados al consumo europeo.