Desvío del río y sequía frenan la recuperación del lago Poopó
El espejo de agua del lago Poopó aumentó un 185% interanual. El desvío del río Desaguadero y la escasez de lluvias impiden una recuperación completa del sistema lacustre.
Estado actual de los lagos
Las imágenes satelitales de agosto de 2025 muestran una situación dispar. El lago Poopó registró 1.449,6 km², un aumento significativo respecto a los 586,8 km² de 2024. Por el contrario, el lago Uru Uru vio reducir su superficie de 20,3 km² a 16,5 km² en el mismo periodo.
Factores que impiden la recuperación
Andro Villegas, director del Servicio Departamental de Agua y Cuencas (SEDACU), identificó tres causas principales. El desvío del caudal del río Desaguadero, la escasez de lluvias y el incremento de la temperatura son los factores críticos. El ciclo hidrológico de pocas precipitaciones afecta la recarga programada de los lagos.
Impacto del cambio climático
Las autoridades atribuyen el problema a los efectos del cambio climático. Los fenómenos de El Niño y La Niña han modificado los patrones de lluvia. Las precipitaciones ahora son torrenciales y breves, seguidas de largas épocas de sequía. Esto, sumado a una alta tasa de evaporación, impide la recuperación sostenida de los embalses.
Medidas de mitigación en marcha
La Gobernación de Oruro implementó acciones de control. Se instalaron estaciones meteorológicas y de medición en tiempo real para monitorear la situación. Estas medidas buscan paliar los efectos de la crisis hídrica que afecta a la región andina.
Antecedentes de la sequía extrema
Los lagos Poopó y Uru Uru prácticamente desaparecieron en 2015 y 2021, registrando cero kilómetros de extensión. Aunque desde entonces se observó una mejoría, la recuperación programada se ve ahora comprometida por los factores ambientales descritos.
Implicaciones para la región
La combinación de baja precipitación y alta evaporación crea un déficit hídrico crítico. Olson Paravicini, secretario de Medio Ambiente, precisó que la evapotranspiración supera los 1.200 mm anuales, mientras que las lluvias apenas alcanzan los 400 mm. Este desbalance explica la dificultad para mantener los niveles de agua en el sistema lacustre.