Suiza aprueba por referéndum su carné de identidad digital voluntario
El 50,4% de los votantes respalda la ley. La nueva identificación electrónica es estatal, gratuita y no obligatoria. Su diseño, que almacena los datos solo en el teléfono del usuario, contrasta con los modelos más centralizados de la Unión Europea y el Reino Unido.
Un modelo centrado en la privacidad
La Ley Federal de Servicios de Identificación Electrónica establece un sistema estrictamente voluntario. Toda la información personal residirá en el smartphone del ciudadano, no en una base de datos central del gobierno o de empresas. Los carnés físicos seguirán siendo válidos.
División en la votación y preocupaciones
El resultado ajustado del referéndum refleja la división social. Las zonas rurales y conservadoras mostraron su inquietud por la vigilancia y el mal uso de los datos, unos temores extendidos en Europa.
Contraste con las iniciativas europeas
El modelo suizo se distancia de sus vecinos. La Unión Europea planea una cartera digital (EUDI Wallet) que permite el almacenamiento centralizado, lo que genera alertas sobre agrupación de datos. El Gobierno del Reino Unido ha señalado que su carné digital será esencial para trabajar, una medida criticada por grupos de derechos civiles.
El debate sobre la exclusión
Los activistas suizos advirtieron que un sistema voluntario puede volverse de facto obligatorio si los servicios esenciales se digitalizan. Muchos temen que rechazar el carné digital implique exclusión laboral y social.
Antecedentes: La segunda vez que Suiza debate la identidad digital
Esta es la segunda ocasión en cuatro años que el país somete a referéndum una ley de identificación digital. La votación previa fue rechazada por los votantes, lo que obligó al gobierno y al parlamento a redactar una nueva propuesta con mayores garantías de privacidad.
Cierre: Un modelo de referencia en el debate europeo
Suiza posiciona su carné digital como una alternativa de privacidad en el continente. Su enfoque cauteloso y centrado en el ciudadano puede convertirse en un referente en el debate europeo sobre la confianza, la tecnología y la libertad.