Inflación alemana sube al 2,4% mientras la francesa cae al 1,2%
La inflación armonizada de Alemania se sitúa en el 2,4%. La divergencia entre las dos mayores economías de la zona euro complica la política del BCE. Los datos de septiembre muestran presiones inflacionistas persistentes en Alemania frente a una desinflación más rápida en Francia.
Datos contrapuestos en las principales economías
Alemania registró una inflación interanual del 2,4% en septiembre, ligeramente por encima de lo esperado. Sin embargo, su economía muestra signos de debilidad con ventas minoristas en descenso y aumento del desempleo. Paralelamente, Francia experimentó una caída mensual de precios del 1,0%, reduciendo su inflación anual al 1,2% en un contexto de débil demanda del consumidor.
Contexto europeo y repercusiones
Italia mantuvo una inflación estable en el 1,6%, mientras España amplió su superávit por cuenta corriente hasta 6.270 millones de euros en julio. Esta divergencia crea un dilema para el BCE, que debe equilibrar el control inflacionista con el apoyo a la actividad económica.
Antecedentes de la política monetaria
La divergencia inflacionaria entre Alemania y Francia genera un tira y afloja en la política del BCE. Los datos contradictorios obligan al banco central a mantener un enfoque cauteloso antes de tomar decisiones sobre los tipos de interés, esperando confirmación en los datos de octubre.
Implicaciones globales de la decisión
La cautela del BCE puede mantener los rendimientos de la deuda global más altos y condiciones financieras más restrictivas. Para los mercados emergentes, esto implica una mayor atención a los costes de financiación y posible fortalecimiento de activos defensivos.