Estados Unidos despliega militares y redadas de ICE en Washington
Cerca de 2.700 efectivos patrullan la capital. El operativo, decretado el 11 de agosto, tiene un coste de más de un millón de dólares diarios y se prolongará al menos hasta noviembre.
Militarización y desaparición de la vida cotidiana
La comunidad inmigrante ha alterado sus rutinas por miedo a las redadas. Muchos han dejado de ir a trabajar, a misa o a llevar a sus hijos al colegio. Una inmigrante con nombre falso de Laura relata que “ahora están cazando a la gente por el mero hecho de ser hispanos”.
Cazarrecompensas y detenciones arbitrarias
Actores no oficiales operan en la ciudad. Vigilantes a sueldo reciben hasta 1.500 dólares por inmigrante entregado. Estas personas, que no visten uniforme y se cubren el rostro, realizan perfilamiento racial de latinos sin órdenes de arresto.
Antecedentes: El despliegue de la Guardia Nacional
El presidente Donald Trump decretó el estado de emergencia por inseguridad el 11 de agosto. Desde entonces, cerca de 2.200 miembros de la Guardia Nacional y 500 agentes federales de ICE, FBI, HSI, ERO y la DEA patrullan las calles de Washington.
Cierre: Impacto económico y resistencia ciudadana
La campaña ha generado un daño económico profundo, con restaurantes reportando caídas del 30% en ventas. Mientras, la organización ‘Free DC’ promueve la desobediencia civil. Su directora ejecutiva, Keya Chaterjee, afirma que “la gente está desafiando al ICE” desviando el tráfico de sus retenes ilegales.