Gobierno de EE.UU. declara a Antifa organización terrorista mediante orden ejecutiva
La orden ejecutiva del 16 de septiembre de 2025 declara a Antifa organización terrorista. La medida responde a años de protestas con episodios violentos y fue impulsada por el asesinato de un orador conservador.
Medidas contra la extrema izquierda
La orden instruye a las agencias federales a rastrear financiación, aumentar la vigilancia y desmantelar operaciones violentas. Permite congelar activos que financien protestas violentas y exige compartir inteligencia sobre individuos que planeen actos ilegales.
Un objetivo de estructura difusa
Antifa es una red descentralizada de activistas antifaquistas. Aunque la mayoría de sus simpatizantes participa en manifestaciones pacíficas, algunas células han protagonizado daños materiales y enfrentamientos.
Un debate sobre libertades y seguridad
Los partidarios de la medida la consideran una respuesta necesaria para responsabilizar a extremistas violentos. Los críticos advierten que podría afectar a la disidencia legítima y los derechos de libertad de expresión al permitir una vigilancia amplia.
Antecedentes de la decisión
La administración retomó una propuesta de 2020 para tratar a Antifa como una amenaza terrorista. El presidente Trump citó el asesinato del orador Charlie Kirk en Utah como punto de inflexión, aunque los cargos no vinculan formalmente al detenido con Antifa.
Desafíos en la aplicación
La aplicación de la orden enfrenta dificultades debido a la estructura informal y sin liderazgo central de Antifa. Las agencias planean usar auditorías financieras, monitorización de redes sociales e informantes para rastrear actividades sospechosas.