Policía boliviana captura a prófugo brasileño con Notificación Roja de Interpol
Juliano Biron da Silva, líder criminal buscado en 196 países, fue expulsado a Brasil. El operativo se desarrolló en La Guardia, Santa Cruz, tras un trabajo de inteligencia. También se detuvo a otro brasileño con antecedentes penales.
Un operativo de inteligencia exitoso
La captura se realizó este jueves en el municipio de La Guardia durante un patrullaje focalizado. El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, explicó que la intervención se realizó «a partir de la información recabada por equipos de inteligencia». Tras la detención, se contrastó la información de los documentos brasileños con las autoridades del vecino país, lo que permitió descubrir su verdadera identidad.
La identificación biométrica
Uno de los detenidos, Juliano Biron da Silva, portaba documentación con un nombre falso. Fue necesaria una validación biométrica para confirmar su identidad. Las autoridades brasileñas confirmaron sus extensos antecedentes penales, que incluían homicidio, tráfico de armas y lavado de dinero.
Los perfiles de los detenidos
Juliano Biron da Silva, alias «Biron», era el líder del grupo criminal «Os Manos», de Río Grande do Sul. Pesaban sobre él cuatro órdenes de captura y una condena de 20 años y ocho meses de prisión por un homicidio ocurrido en 2015. El otro individuo, Yuri F. Dos Santos, registraba antecedentes por robo de vehículos y estelionato.
Una larga carrera delictiva
Biron da Silva permanecía prófugo desde 2024 y contaba con una Notificación Roja de INTERPOL activa en 196 países. El criminal también había sido objeto de medidas de embargo de bienes valorados en más de 120 millones de reales en Brasil, lo que evidencia la magnitud de sus actividades ilícitas.
La expulsión y el destino final
Ambos brasileños fueron entregados a las autoridades de su país en la frontera de Puerto Quijarro, en cumplimiento de la resolución migratoria. Biron da Silva fue expulsado hacia Corumbá y será trasladado a una penitenciaría de Rio Grande do Sul para cumplir su condena. La captura fue resultado del intercambio de información a través del Centro de Cooperación Policial Internacional en Río de Janeiro (CCPI-RJ).
Un mecanismo de cooperación que rinde frutos
La detención de este peligroso criminal fue posible gracias a los acuerdos de cooperación internacional vigentes entre Bolivia y Brasil. El trabajo coordinado entre los equipos de inteligencia y la validación biométrica fueron clave para desarticular el intento de ocultamiento de un prófugo de alta peligrosidad en territorio boliviano.
Un territorio que no es refugio
Este caso demuestra la efectividad de los protocolos de colaboración policial internacional para ubicar y expulsar a individuos buscados por la justicia de otros países, impidiendo que Bolivia se convierta en un refugio para criminales internacionales.