Trump intenta despedir a gobernadora de la Reserva Federal de EE. UU.
El presidente desafía la independencia del banco central más poderoso del mundo. El caso de Lisa Cook fuerza una definición histórica sobre el control de la política monetaria. La disputa constitucional podría redefinir la autonomía de la FED.
Un desafío sin precedentes
El presidente Donald Trump ha intentado despedir a la gobernadora de la Reserva Federal Lisa Cook, alegando irregularidades hipotecarias. Cook se niega a dimitir y el caso avanza hacia el Tribunal Supremo. El resultado definirá si un presidente puede quebrar la independencia de la FED o si esta autonomía queda cementada.
Implicaciones globales inmediatas
Las decisiones de la FED determinan los flujos de capital globales y el costo del crédito para naciones desde Brasil hasta Bangladesh. Este enfrentamiento es la confrontación más consequential en las finanzas mundiales en generaciones.
La arquitectura de un gigante opaco
La Reserva Federal fue creada en 1913 como un híbrido de supervisión pública e iniciativa privada. Su estructura es única: los presidentes regionales de la FED son seleccionados por directores privados, no por funcionarios electos. Estos directores, cuyos nombres son barely known, rotan en el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) y determinan el precio del dinero a nivel mundial sin que el Presidente pueda nombrarlos o el Senado confirmarlos.
Una grieta constitucional histórica
La Constitución de EE. UU. otorga al Congreso el poder de acuñar dinero y regular su valor, pero no autoriza explícitamente un banco central independiente. Los defensores de la FED se apoyan en la Cláusula Necesaria y Propia que permite a Congreso crear instituciones para ejecutar sus poderes. Los críticos argumentan que Congreso no puede delegar su responsabilidad central sobre el dinero en un organismo no electo.
El caso específico como catalizador
Trump utiliza las alegadas irregularidades en las hipotecas de Lisa Cook como palanca para un test constitucional. La Ley de la Reserva Federal establece que los gobernadores sirven mandatos de 14 años a menos que sean «destituidos por causa justificada por el Presidente». Trump argumenta que su autoridad en este matter is non-reviewable, mientras Cook alega que su despido es un pretexto y un asalto a la independencia de la FED.
El dilema de la independencia
La independencia de la FED ha sido considerada esencial para la estabilidad, permitiéndole actuar en el interés a largo plazo. Sin embargo, también significa falta de rendición de cuentas: la FED nunca ha undergone a full external audit y ha presidido errores como apretar la política monetaria durante la Gran Depresión o alimentar la inflación en los años 70. Como dijo el aliado de Trump Jeffrey Tucker, la independencia es otra palabra para ser «unaccountable».
Claridad forzada para el futuro
El resultado de este enfrentamiento proporcionará una claridad histórica. Si Trump gana, se confirmará que la FED es subordinada a la autoridad electa. Si pierde, los tribunales consagrarán explícitamente su independencia. Ambos resultados son preferibles al status quo ambiguo, ya que el mundo ya no podrá pretender no saber quién controla el dinero que sustenta el sistema global.