Arce responde a Tuto sobre venta de oro del Banco Central
El Presidente defiende que el BCB cumple la normativa internacional sobre reservas. Critica las declaraciones del candidato opositor Jorge Quiroga. La polémica surge en el contexto de la campaña electoral de 2025.
Un cruce de declaraciones sobre el oro
El presidente Luis Arce afirmó este lunes que el Banco Central de Bolivia (BCB) respeta el límite de oro que debe mantener según la normativa internacional y legal. Estas declaraciones son una respuesta directa al candidato presidencial Jorge “Tuto” Quiroga, quien advirtió el domingo con iniciar procesos si en las bóvedas del BCB no se encuentran al menos 22 toneladas de oro, que es el monto mínimo dispuesto por ley.
La postura del Banco Central
El BCB aclaró que actúa en estricto cumplimiento de la Constitución Política del Estado (CPE) y de las leyes 1670 y 1503. Estas acciones buscan fortalecer las Reservas Internacionales Netas (RIN) y garantizar la liquidez de la economía nacional. El BCB asegura que los resultados obtenidos son positivos y se enmarcan en las mejores prácticas aplicadas por los bancos centrales en el mundo.
La réplica del Mandatario
Arce criticó que Quiroga «no sabe ni la normativa legal del Banco Central, ni de las Reservas Internacionales». El Jefe de Estado consideró «alarmante» esta situación, especialmente tratándose de un expresidente del país.
Un debate enmarcado en la ley
El marco legal que rige las operaciones del BCB incluye la Constitución Política del Estado y las leyes 1670 y 1503. El proceso de compra, refinación e inversión del oro ha permitido incrementar el valor y la calidad de este activo a estándares internacionales, manteniendo en todo momento la titularidad del Estado boliviano sobre estas reservas.
El ciudadano, pendiente de la seguridad económica
El fondo de esta polémica gira en torno a la gestión de las Reservas Internacionales Netas (RIN), que son fundamentales para la estabilidad macroeconómica del país. La solvencia de estas reservas impacta directamente en la confianza en la moneda y en la capacidad del Estado para afrontar crisis económicas externas.