El Papa canoniza a Carlo Acutis, el primer santo millennial
La ceremonia en el Vaticano congregó a alrededor de noventa mil personas. El Año Santo 2025 vivió una jornada culminante con la proclamación del joven, fallecido en 2006, como símbolo para los jóvenes.
Una multitud celebra a los nuevos santos
En la ceremonia, en la que participaron alrededor de noventa mil personas, la mayoría jóvenes, fue también canonizado Pier Giorgio Frassati. El Papa arengó a los fieles «¡Dios no quiere la guerra, quiere la paz!», y puso como ejemplo a los dos nuevos santos.
El «influencer de Dios»
Carlo Acutis, reconocido popularmente como «el influencer de Dios», murió a los 15 años de edad en 2006 por una leucemia. Iba a misa todos los días y creó una exposición digital sobre los milagros eucarísticos. La Iglesia le atribuye dos curaciones milagrosas: la de un niño brasileño y de una estudiante costarricense.
Una familia presente
Su familia estuvo presente, encabezada por sus padres. Su madre, Antonia Salzano, llevó la reliquia de su corazón al altar. En una entrevista contó que «Carlo era un genio de la computación y desde niño demostró una profunda religiosidad».
Modelos para las nuevas generaciones
El prefecto del dicasterio de la Causa de los Santos, cardenal Marcelo Semeria, subrayó que la importancia de los dos nuevos santos «es que han estado en el mundo, son los santos de la calle». En el reciente Jubileo de la Juventud, el Papa presentó a los dos nuevos santos que murieron jóvenes como modelos para las nuevas generaciones.
Jóvenes santos en un Año Santo
El Año Santo 2025 al que han acudido hasta ahora en el Vaticano más de 24 millones de fieles, vivió una jornada culminante con la canonización del primer santo del milenio. Carlo Acutis fue beatificado en 2020. Su cuerpo se exhibe en su féretro en Asís, en el Santuario de san Francisco de Asís, vestido con ropa juvenil.
Un símbolo para la juventud global
La canonización de Carlo Acutis lo consolida como una figura central para los jóvenes católicos. Su historia, que combina la fe con el mundo digital, representa un modelo de santidad contemporánea para la Iglesia en el contexto del Año Santo.