Papa León XIV insta a convertir el Mediterráneo en lugar de encuentro
El pontífice pidió que el mar sea «una cuna de vida y no una tumba» durante un encuentro con jóvenes en Castel Gandolfo. Defendió el papel de las tradiciones religiosas como fuente de paz y rechazó su instrumentalización para justificar la violencia.
Un llamado a la acción para los jóvenes
En una ceremonia con el Consejo Mediterráneo de la Juventud, el Papa Robert Prevost instó a los jóvenes a ser «una generación que no acepta acriticamente lo que está sucediendo». Les animó a no mirar para otro lado y a trabajar para transformar el mal en bien, representando «el signo de un mundo que no se deja llevar por la indiferencia».
La paz, más que un eslogan
El Papa lamentó que, aunque la paz está en la agenda de los líderes internacionales, a menudo «se reduce a un simple eslogan». Subrayó la necesidad de cultivarla en los corazones, en las relaciones diarias y trabajar por la reconciliación en todos los ámbitos de la sociedad.
Continuidad en los esfuerzos pacifistas
El mensaje sobre el Mediterráneo se produce menos de un día después de que el pontífice mantuviera una reunión con el presidente de Israel, Isaac Herzog. En dicha audiencia, confirmó la propuesta de una solución de dos Estados para Israel y Palestina, añadiendo la solicitud explícita de garantizar un futuro para el pueblo palestino.
Un legado espiritual para la fraternidad
El discurso del Papa se basó en la visión del político italiano Giorgio La Pira, para quien la paz en el Mediterráneo sería la base de la paz global. León XIV afirmó que «el patrimonio espiritual de las grandes tradiciones religiosas» de la región debe seguir siendo un fermento vivo, fuente de paz, fraternidad y cuidado de la creación.
Un mensaje contra la violencia
El pontífice concluyó su intervención haciendo un llamamiento a los representantes religiosos, a quienes pidió rechazar «la blasfemia» de quienes los instrumentalizan para justificar la violencia y los conflictos armados.
Un horizonte de reconciliación
Las declaraciones del Papa León XIV refuerzan su posicionamiento en el centro de los esfuerzos por la pacificación internacional, manteniendo la continuidad del empuce pacifista de su antecesor y abogando por soluciones concretas a conflictos enquistados.