Gobierno confirma renuncia de viceministro Mayta tras elecciones
Al menos cinco autoridades estatales han dimitido tras los comicios generales. Los cambios se realizan en un ambiente de secretismo y sin presencia de la prensa. La oposición interpreta las salidas como un intento de evitar futuras responsabilidades.
Un ajuste constante en el aparato estatal
El viceministro de Coordinación Gubernamental, Gustavo Torrico, confirmó la renuncia de su par de Exploración y Explotación de Recursos Energéticos, Raúl Mayta. Por su parte, el ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, se refirió a la normalidad de estos movimientos, declarando que «todos los días hay renuncias y despidos porque tenemos que ajustar nuestro personal». Montaño defendió la gestión de su Gobierno afirmando que «ningún otro Gobierno va a poder llegar a las cifras de entrega de obras, de inversión que hemos realizado en estos cinco años, nadie».
Las dimisiones en secreto
El proceso de cambio de autoridades se ha caracterizado por la opacidad. En todos los casos, las posesiones se realizaron sin convocatoria ni presencia de la prensa. Torrico justificó las renuncias argumentando que los funcionarios piden que se nombre a otra autoridad para evitar que se hable de un «maquillaje» de su propia gestión.
La lectura de la oposición
Desde la oposición política se concluye que las renuncias responden a que las «ratas saltan del barco» antes de tiempo, por temor a ser procesadas por posibles hechos ilícitos. Se especula con que podrían salir del país para no enfrentar a la justicia boliviana. Torrico negó estas acusaciones, asegurando que no tienen por qué escapar y que ninguna exautoridad ha abandonado el territorio nacional.
Un Gobierno que se despide
El contexto inmediato de estas renuncias son los resultados de las elecciones generales, que confirmaron el fin de los gobiernos del Movimiento Al Socialismo (MAS). Las dimisiones comenzaron con las máximas autoridades de entidades estatales clave como Yacimientos del Litio Boliviano (YLB), la Gestora Pública, la estatal Emapa, la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y ahora el viceministerio de Hidrocarburos.
Un periodo de transición opaco
El Gobierno sale defendiendo su récord de inversión y obra pública, mientras gestiona una salida marcada por la sustitución discreta de funcionarios. La repercusión para el ciudadano es una transición de poder opaca, con la incertidumbre sobre la estabilidad del aparato estatal y las posibles investigaciones futuras sobre la gestión saliente.