Policía denuncia corrupción en destinos al enmanillarse en plaza paceña
Un suboficial asegura que cobran 300 dólares por no ser trasladado. Protestó este jueves en la Plaza Murillo de La Paz. Afirma que fue destinado a Pando por denunciar estas prácticas en el Comando General de la Policía.
Una protesta en el corazón del poder
Un funcionario policial con 23 años de servicio protagonizó una protesta singular en la Plaza Murillo, el centro político de Bolivia. El suboficial Santos Quispe se enmanilló a una banca con su uniforme y una bandera boliviana, frente a los palacios de Gobierno y del Legislativo. Su acción busca visibilizar una denuncia de corrupción interna.
La acusación directa
Quispe declaró que su único delito fue «denunciar la corrupción que se va suscitando» dentro de la institución. Aseguró ser un «policía de honor» con reconocimientos y afirmó que existe una cúpula que cobra hasta 300 dólares en el Comando General para que los funcionarios eviten ser trasladados y puedan quedarse en su departamento de origen.
La repercusión para el ciudadano
El suboficial señaló que estas prácticas de traslado forzoso, motivadas por sus denuncias, están «desintegrando núcleos familiares» de sus camaradas de Potosí y Chuquisaca, que fueron destinados a regiones lejanas como Pando. Hasta el cierre de la edición, ninguna autoridad policial se había referido a estas acusaciones.
Un trasfondo de malestar institucional
El hecho expone una denuncia recurrente sobre presuntas prácticas irregulares en los destinos de los funcionarios policiales. El manifestante alega que los traslados punitivos se utilizan como represalia contra quienes denuncian estos cobros ilegales dentro de la institución del orden.
La institución guarda silencio
La eficacia de la protesta individual del suboficial queda sujeta a la respuesta oficial que emita el Comando General de la Policía Boliviana. El impacto de estas acusaciones en la ciudadanía dependerá de la investigación que, en su caso, se realice sobre los hechos denunciados.