23 mineras operan en Viacha; 21 son ilegales y cuatro contaminan con cianuro
Cuatro empresas mineras contaminan fuentes de agua con cianuro. Un informe de laboratorio de Emapav confirma la contaminación. La población exige la suspensión del alcalde por no frenar la actividad ilegal que afecta a comunidades.
Un cóctel tóxico en la puerta de casa
En el municipio paceño de Viacha operan 23 empresas dedicadas a la lixiviación de minerales. De ellas, 21 trabajan de forma ilegal, ya que solo dos cumplen con contar tanto con la licencia ambiental del Ministerio de Medioambiente y Agua (MMAyA) como con la licencia de funcionamiento municipal. Un informe del laboratorio de la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Viacha (Emapav) confirma que cuatro de estas empresas contaminan con cianuro pozos y otras fuentes de agua.
El rastro del cianuro
El informe, fechado el 27 de agosto de 2025, detalla la contaminación en las empresas Dinámycos y Rupaymin. Anteriores análisis ya habían confirmado la presencia de la sustancia en Jacha Kollo y Jacha Mallku. El caso más alarmante es el de Rupaymin, donde el cianuro fue hallado en el agua de un lavamanos destinado al consumo humano, abastecido por una cisterna, lo que indica que la fuente contaminada es externa y se comercializa.
La lucha de las comunidades por su territorio
Ante la inacción de las autoridades, las comunidades afectadas se organizaron. El lunes 1 de septiembre, autoridades originarias de las 61 comunidades de Viacha tomaron pacíficamente la Alcaldía. Esta acción forzó al Concejo Municipal a aprobar una ley que ordena expulsar a todas las mineras. El alcalde, Napoleón Yahuasi, promulgó la norma, que lo obliga a retirar las licencias de funcionamiento a las 23 empresas. Los comunarios exigen además la suspensión del alcalde para garantizar el cumplimiento de la ley.
Un problema de cuatro décadas
Los dirigentes del Organismo de Gestión de Cuenca (OGC) de la Microcuenca Pallina explican que la contaminación es un problema de 40 años. La minería se suma a la contaminación de ladrilleras, cerámicas, la empresa Soboce y, principalmente, las aguas servidas que llegan de la ciudad de El Alto, que dañan la microcuenca del río Pallina. Esta suma de factores ha degradado los ecosistemas y afectado a la vida silvestre y los cultivos.
Un municipio que no es minero
Viacha, un municipio de la provincia Ingavi con más de 113.000 habitantes, no tiene yacimientos minerales. Las empresas traen residuos de otras operaciones mineras de otros departamentos para rescatar porcentajes mínimos de zinc, níquel, hierro, cobre y cromo mediante lixiviación. Las cuatro empresas contaminantes están ubicadas en los límites de la comunidad de Sekejahuira.
La desconfianza en las instituciones
Existe una profunda desconfianza hacia las autoridades. El “comité interinstitucional” articulado por la Defensoría del Pueblo es cuestionado porque los dirigentes y damnificados son relegados y no pueden participar plenamente. Esta desconfianza es tal que los comunarios de Sekejahuira se negaron a someterse a pruebas de sangre por temor al manejo de los resultados. Los dirigentes que denuncian la situación, como Juan Pablo Yujra y Alex Callisaya, sufren constantes amenazas.
Un territorio en resistencia
La presión constante de la actividad minera ilegal y la contaminación industrial multidisciplinar ha erosionado durante cuatro décadas el territorio y la calidad de vida de los habitantes de Viacha. La falta de respuestas concretas de entidades como el MMAyA, la Gobernación de La Paz o la propia Alcaldía llevó a las comunidades a organizarse para defender su tierra.
El cumplimiento de la ley, la próxima batalla
La recién promulgada ley municipal que ordena el retiro de las licencias mineras marca un punto de inflexión. La eficacia de esta medida dependerá de su aplicación efectiva, para lo cual los comunarios exigen un cambio en la liderazgo local. El conflicto evidencia la tensión entre la actividad económica informal y el derecho a un medio ambiente sano.