Falta de combustible dificulta control de incendios forestales en Santa Cruz
Vehículos de emergencia hacen fila en surtidores para repostar diésel, retrasando las labores de extinción. Organizaciones medioambientales alertan de la paralización de los trabajos y la pérdida de hectáreas de bosque.
Un obstáculo en la línea de fuego
La falta de diésel impide el funcionamiento de la maquinaria y los vehículos esenciales para combatir los incendios. «Eso dificulta el abrir las líneas de fuego, de contrafuego», explicó Pamela Rebolledo de Fundación Nativa. El problema se agrava porque estos vehículos «deben hacer las colas junto con el resto de las movilidades», lo que provoca retrasos críticos en la atención inmediata.
Gestión y priorización
Las organizaciones han contactado a la Defensoría del Pueblo para que interceda ante Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Daniela Justiniano de Alas Chiquitanas señaló que «existe una suerte de desconexión de las necesidades que hay en las provincias» por parte de la empresa estatal. Hasta la mañana del martes, los equipos de emergencia continuaban a la espera de la dotación de combustible.
Estado de las llamas
Las condiciones climáticas han ayudado a contener parcialmente los incendios. En el Área de Conservación Ñembi Guasu, el fuego está controlado y se trabaja en su liquidación. Sin embargo, en el Área Natural de Manejo Integrado San Matías, el siniestro no ha sido controlado y los equipos no han podido ingresar a ciertas zonas, necesitando urgentemente apoyo para la compra de combustible.
Un problema recurrente que se enciende
Los incendios forestales en la región son frecuentes y a menudo son provocados por quemas no autorizadas. El texto señala que no se tienen registros de permisos para estas actividades, lo que resulta en la pérdida de patrimonio natural y desvía recursos económicos que podrían destinarse a otras necesidades.
El tiempo corre, el bosque se quema
La eficacia del control de incendios depende ahora de una solución logística inmediata para el suministro de combustible. La demora en la atención no solo paraliza las operaciones, sino que resulta en la pérdida continua de hectáreas de bosque y fauna mientras los equipos de emergencia esperan para poder actuar.