Gobierno chileno critica propuesta de Paz de legalizar autos ‘chutos’
El ministro del Interior chileno calificó la medida de «incentivo para la comisión de ilícitos». La polémica surge de las declaraciones del candidato presidencial boliviano. La tensión diplomática entre ambos países se reaviva.
Una declaración que cruza la frontera
El Gobierno chileno, a través de su ministro del Interior, Álvaro Elizalde, criticó este martes la propuesta del candidato presidencial boliviano Rodrigo Paz de legalizar los autos ‘chutos’. Elizalde señaló que «establecer alguna forma de legalización es un incentivo para que se sigan cometiendo esos ilícitos». Esta reacción se produce después de que Paz afirmara que «parece que fuera un pecado tener un auto ‘chuto’ en Bolivia, cuando todo el mundo lo tiene» y prometiera legalizarlos.
Repercusión política y ciudadana
La polémica trascendió rápidamente. El candidato a diputado chileno Sebastián Huerta sugirió que si Bolivia tomaba esa acción, Chile debería «quitarle el visado Mercosur». Ante esto, Paz emplazó a Huerta a informarse y apuntó a la policía chilena, preguntando «¿No serán ellos los ladrones?». Estas declaraciones fueron calificadas de «inaceptables» por el presidente del Senado chileno, José Manuel Ossandón, quien pidió al Gobierno de Chile que enviara una nota diplomática solicitando explicaciones.
Un trasfondo de relaciones tensas
Bolivia y Chile no tienen relaciones diplomáticas a nivel de embajadores desde 1978, debido a la reclamación boliviana de un acceso soberano al océano Pacífico. La tensión aumentó en 2013 cuando Bolivia llevó el caso a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que en 2018 determinó que Chile no tiene obligación legal de negociar. Pese a esta histórica desavenencia, en diciembre ambos países firmaron un acuerdo en materia de control migratorio y seguridad fronteriza. El ministro Elizalde recordó que ha sido Bolivia la que se ha negado a restablecer relaciones diplomáticas.
Un asunto que toca bolsillo y seguridad
El cierre concluye que el ministro Elizalde instó a la «colaboración entre gobiernos y entre Estados» pero dejó claro que «no se puede plantear ningún incentivo para la comisión de ilícitos como, por ejemplo, el contrabando». La propuesta del candidato, por tanto, no solo reaviva un viejo conflicto diplomático, sino que sitúa la seguridad fronteriza y el flujo de mercancías ilegales en el centro del debate bilateral.