Cumbre de la SCO en Tianjin ofrece cooperación frente a Occidente
China propone un banco de desarrollo y 10.200 millones en financiación. La Organización de Cooperación de Shanghai celebra su mayor cumbre con líderes de 10 países. El bloque busca presentarse como un contrapeso económico y político al orden liderado por Estados Unidos.
Un escenario de unidad para el Sur Global
La 25ª cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO), celebrada en Tianjin los días 31 de agosto y 1 de septiembre de 2025, fue la más grande hasta la fecha. El presidente chino, Xi Jinping, anunció propuestas para un Banco de Desarrollo de la SCO, 2.000 millones de yuanes (280 millones de dólares) en subvenciones y otros 10.000 millones en préstamos concesionales. El evento reunió a líderes históricamente rivales, como los de China, India y Rusia, en una muestra de unidad coreografiada para proyectar una alternativa multipolar.
Actores clave y sus posturas
Xi Jinping instó a los miembros a «oponerse al hegemonismo» y rechazar el pensamiento de la Guerra Fría. Vladimir Putin, tratado como invitado de honor, elogió el creciente uso de monedas nacionales en el comercio. Narendra Modi, por su parte, mantuvo su primer encuentro cara a cara con Xi en años, declarando que sus países son «socios de desarrollo, no rivales».
Antecedentes: De la seguridad fronteriza a la ambición multipolar
La SCO se estableció formalmente en 2001 a partir del grupo «Shanghai Five» de 1996, creado para la coordinación fronteriza y de seguridad. Su membresía se ha expandido con la incorporación de India y Pakistán en 2017, Irán en 2023 y Bielorrusia en 2024, evolucionando desde un enfoque en seguridad regional hacia una plataforma más amplia de cooperación económica y soberanía frente a Occidente.
El verdadero desafío: Superar las viejas rivalidades
La eficacia futura de la SCO dependerá de su capacidad para transformar su escala en una integración real. El bloque alberga profundas tensiones, como la rivalidad entre China e India o entre India y Pakistán, que complican la toma de decisiones por consenso. Por ahora, la organización ofrece al Sur Global poder de negociación más que una alternativa completa, reformando lentamente cómo se negocia con Occidente.