El último blues del croata se estrena en Cochabamba el 18 de septiembre
La película nacional, beneficiaria del Fondo de Fomento de Adecine, llega a las salas de cine. Dirigida por Alejandro Suárez, narra una historia humana de amistad y dignidad. Protagonizada por Pedro Grossman y Mariana Bredow.
Una historia de amistad y dignidad
La película sigue a Perla y Willy, quienes tienen setenta y dos horas para recuperar el cuerpo de su amigo Drazen de la morgue. Determinados a evitar que termine en una fosa común, se embarcan en esta misión a pesar de que el difunto carecía de dinero, documentos y vivía desconectado de su familia.
Un elenco y equipo técnico boliviano
El filme cuenta con un reparto de actores destacados como Jorge Arturo Lora, José Luján, Iran Zeitún, Ariel Vargas, Hugo Francisquini y Mauricio Toledo. Cada uno de ellos da vida a personajes profundamente humanos. El equipo técnico está integrado por Marco Antonio Cortez en la producción ejecutiva, Eduardo Osorio en la dirección de fotografía y Arturo Salva en el sonido.
Demostrando la capacidad del cine nacional
A pesar de los recursos limitados, la cinta demuestra que el cine boliviano tiene una enorme capacidad de contar historias universales con gran calidad y profundidad. Dirigida y escrita por Alejandro Suárez, la obra ha sido reconocida como destacada y por su capacidad para conectar emocionalmente con la audiencia.
Un director con trayectoria
Alejandro Suárez es un productor, guionista y escritor boliviano formado en la Escuela Internacional de Cine “La Fábrica”. Representa a Abubuya Producciones y ha producido películas reconocidas internacionalmente como Bárbara (2016) y Santa Clara (2019). Ganador del “48 Hour Film Project” y autor de libros premiados, actualmente desarrolla varios largometrajes y ha sido vicepresidente de la Asociación de Cineastas de Santa Cruz (Ascinescz).
Una obra que llega con expectativa
El estreno de la película, beneficiada por fondos públicos de fomento al cine, se produce en un contexto de gran expectativa entre los cinéfilos. Su llegada a las salas representa una nueva apuesta por la producción audiovisual nacional y su capacidad narrativa.