Gobernador Camacho alerta sobre falta de presupuesto para estadio Tahuichi
Las obras presentan un avance físico crítico del 26.30%. El Gobernador de Santa Cruz y el presidente de la FBF buscan apoyo empresarial para completar el estadio y mantener la sede de la final de la Copa Sudamericana, cuyo plazo de entrega se mantiene para el 20 de octubre.
Un avance crítico que pone en riesgo la sede
El gobernador Luis Fernando Camacho reconoció que las obras de remodelación del estadio Tahuichi Aguilera tienen un “avance físico del 26.30%”, un ritmo que califica como “crítico” y muy por debajo del 50.27% planificado para esta fecha. Ante la falta de fondos, Camacho anunció que trabajará con la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) y el empresariado privado para encontrar soluciones, asegurando que hay “voluntad y creatividad”.
La apuesta por el apoyo privado y la gestión con la Conmebol
Camacho expresó su intención de pedir a la Conmebol “bajar un poco las exigencias” para que Santa Cruz no pierda la sede de la final de la Copa Sudamericana. Por su parte, el presidente de la FBF, Fernando Costa, confirmó que ya ha solicitado el apoyo de los empresarios cruceños y bolivianos para “cobijar este gran encuentro del fútbol”.
Repercusión económica para la ciudad
Ambos actores destacaron la importancia del evento para la economía local, ya que se espera la llegada de entre 35.000 y 40.000 extranjeros. La repercusión directa para la ciudadanía radica en este potencial impulso económico derivado del evento deportivo internacional.
Una carrera contra el reloj
El proyecto de remodelación del estadio Tahuichi Aguilera se ejecuta con un retraso significativo respecto a lo planificado, lo que amenaza la capacidad de Bolivia para albergar un evento deportivo de gran magnitud. La fecha de entrega provisional del estadio se mantiene, por ahora, para el 20 de octubre.
El objetivo sigue en el horizonte
La situación implica que la culminación de las obras depende ahora de una gestión exitosa para obtener financiación privada y de una posible flexibilización de los requisitos de la Conmebol. El impacto final se medirá en la capacidad de Santa Cruz para recibir a miles de visitantes y organizar el evento planificado.