Rubio cierra agencia estadounidense por desviar fondos a censura doméstica
Marco Rubio clausura la oficina R/FIMI, antes GEC, por desviar 50 millones anuales a ONGs que vigilaban ciudadanos. El organismo, creado en 2016 para combatir propaganda terrorista, habría cambiado su objetivo inicial. Su financiación fue denegada por el Congreso tras críticas por censura interna.
De luchar contra el terrorismo a vigilar a sus ciudadanos
El Secretario de Estado Marco Rubio anunció el cierre de una controvertida oficina del Departamento de Estado, originalmente llamada Centro de Compromiso Global (GEC). Establecida en 2016, el GEC tenía como objetivo combatir la propaganda de grupos extranjeros como ISIS, Rusia y China. Sin embargo, la agencia se desvió de su misión original con el tiempo.
El cambio de objetivo
En lugar de su labor inicial, gastaba unos 50 millones de dólares anuales apoyando a organizaciones no gubernamentales (ONGs) que se dirigían a ciudadanos estadounidenses y medios nacionales, acusándolos de difundir desinformación.
Un actor clave en la polémica
Central en la afirmación de Rubio está el exfuncionario Richard Stengel, acusado de redirigir la agencia hacia la censura doméstica. Stengel comparó abiertamente la retórica del expresidente Donald Trump y sus seguidores con adversarios extranjeros, lo que Rubio señaló como evidencia del preocupante cambio de la agencia.
Críticas y consecuencias
Tras críticas sostenidas, incluso de figuras como Elon Musk que describió a la agencia como una fuente importante de censura doméstica, el Congreso se negó a renovar su financiación. En abril de 2025, Rubio terminó oficialmente el programa, ahora llamado R/FIMI, eliminando alrededor de 50 puestos.
Un programa que nació para proteger
El GEC fue establecido en 2016 con un presupuesto anual de aproximadamente 61 millones de dólares y 120 empleados. Su misión fundacional era combatir la propaganda de grupos extranjeros como ISIS, Rusia y China, centrándose en amenazas de seguridad nacional provenientes del exterior.
Un mensaje claro sobre libertades y fiscalización
Este caso subraya un problema significativo en el equilibrio entre la seguridad nacional y las libertades individuales. La decisión de Rubio envía un mensaje fuerte internacionalmente sobre el compromiso de Estados Unidos con la libertad de expresión y la responsabilidad fiscal, destacando la importancia de una supervisión transparente para evitar que los programas gubernamentales se desvíen de su propósito.