Texas y California desatan una guerra nacional por el rediseño de distritos electorales
La batalla por el control del Congreso de EEUU se intensifica. Republicanos y demócratas inician una carrera por modificar mapas electorales en múltiples estados. El proceso, conocido como redistricting, podría alterar el equilibrio de poder nacional.
La chispa que encendió la mecha
Texas, con legisladores republicanos, avanzó nuevos mapas que podrían dar hasta cinco escaños adicionales al Partido Republicano. Grupos de derechos civiles impugnaron los mapas bajo la Ley de Derecho al Voto, argumentando que debilitan el poder de voto negro y latino. Un panel federal de tres jueces revisará el caso.
California, con legisladores demócratas, contraatacó suspendiendo su comisión ciudadana independiente y sometiendo un mapa partidista a aprobación popular en noviembre. Su propuesta busca añadir hasta cinco escaños con tendencia demócrata. El Tribunal Supremo de California permitió que el proceso continuara.
El efecto dominó nacional
La disputa entre Texas y California ha desencadenado un efecto de ondulación nacional. Líderes en múltiples estados contemplan rediseños a mitad de década para reforzar la mayoría de su partido en la Cámara de Representantes. Ohio, Indiana, Missouri y Florida se preparan para actuar, con cambios que podrían favorecer a los republicanos. Demócratas en Illinois, Maryland y Nueva York examinan sus propias opciones para contrarrestar estos movimientos.
Impacto potencial por estados
Nueva York (Demócratas): Potencial de +3-4 escaños Dem. Florida (Republicanos): Potencial de +2-3 escaños GOP. Illinois (Demócratas): Potencial de +1-2 escaños Dem. Ohio (Republicanos): Potencial de +2-3 escaños GOP.
Un paisaje legal transformado
Estas batallas son posibles porque el Tribunal Supremo de EEUU, en casos como Rucho v. Common Cause (2019), dictaminó que los tribunales federales no pueden bloquear gerrymanders partidistas. Además, Shelby County v. Holder (2013) eliminó el requisito de que ciertos estados obtuvieran aprobación federal antes de cambiar los mapas. Los legislaturas estatales ejercen un vasto poder sobre los mapas a menos que la ley estatal o los tribunales intervengan.
El botín: el control de la economía más grande del mundo
Con la Cámara de Representantes dividida por solo unos pocos escaños, el incentivo para manipular las líneas distritales nunca ha sido mayor. Esta lucha no solo es sobre política, sino sobre poder. Los partidos buscan el control del Congreso para establecer la política fiscal, las prioridades de gasto y los marcos regulatorios. Cada escaño añadido influye en cómo el gobierno federal dirige billones de dólares.