Luis Revilla buscará demostrar su inocencia desde el exilio
El exalcalde de La Paz enfrenta dos procesos penales. Afirma que su prioridad es limpiar su nombre para luego evaluar un posible retorno al país y una candidatura futura. Su esperanza surge tras la recomposición política posterior a las elecciones del 17 de agosto.
La esperanza de un retorno
Desde su exilio, Luis Revilla afirmó que buscará demostrar su inocencia “de la manera más rápida” en los procesos que enfrenta. Una vez tenga certeza de que no existe persecución política, evaluará junto a su familia la posibilidad de retornar al país y definir si postula nuevamente en las próximas elecciones municipales.
Un nuevo escenario judicial
La esperanza de Revilla surge después que líderes políticos como Luis Fernando Camacho, Marco Pumari y Jeanine Añez, comenzaron a recuperar su libertad. Este cambio se da tras los comicios del 17 de agosto, donde el MAS perdió todo poder de influencia política en el Órgano Judicial. El presidente de este órgano, Romer Saucedo, declaró la justicia libre de injerencia política.
Los procesos en su contra
Revilla explicó que enfrenta un proceso penal por la compra de los buses PumaKatari, donde el actual alcalde Iván Arias figura como parte denunciante. Aseguró contar con toda la documentación que descarta cualquier irregularidad en la adquisición. La denuncia fue presentada por Jesús Vera, exdirigente de la FEJUVE y militante del MAS.
Una deuda pagada pero un proceso abierto
Señaló que enfrenta otro proceso a instancias de EMAPA por supuesto incumplimiento de contrato en el pago por la compra del desayuno escolar durante la pandemia. “Pese a que ya se pagó, el proceso penal sigue abierto”, cuestionó Revilla. Añadió que desconoce la existencia de otros procesos en su contra.
La dinámica de la gestión municipal
Revilla lamentó lo que considera una campaña de desprestigio impulsada desde la actual gestión municipal, a la que acusó de “ineficiencia e improvisación”. Recordó que toda administración edil hereda deudas de sus antecesores. Estimó que los próximos alcaldes pasarán al menos diez años pagando las obligaciones contraídas en la gestión de Arias.
Un pasado de deudas y obras
Revilla heredó deudas de su antecesor, Juan del Granado, quien a su vez las heredó de Ronald MacLean. Él mismo recurrió a créditos internacionales a 20 o 30 años para construir hospitales y barrios, lo que considera parte de la dinámica normal de la gestión municipal. Ahora, siente que se le responsabiliza de todos los males actuales de la ciudad.
El nombre antes que la política
La prioridad inmediata de Luis Revilla es limpiar su nombre en los tribunales. Solo después de lograr eso y de tener la seguridad de que no hay persecución política, definirá su futuro, que podría incluir un retorno a Bolivia y una nueva candidatura electoral.