Doce electos del PDC militan en otro partido político
Un total de 21 legisladores electos tienen militancia en partidos distintos a sus siglas. Un análisis de Bolivia Verifica revela esta situación en la nueva Asamblea Legislativa Plurinacional. La práctica está permitida por algunos estatutos partidarios y no constituye transfugio político.
Un mosaico de militancia en la ALP
Un análisis de Bolivia Verifica sobre las listas de diputados y senadores electos y los registros de militancia reveló que el Partido Demócrata Cristiano (PDC) postuló a la mayor parte de estos casos. Del total de 21 legisladores con militancia cruzada, 12 fueron inscritos por el PDC. Las alianzas Libre (5), Unidad (2) y la Alianza Popular (2) también tienen legisladores electos que pertenecen a otros partidos.
¿Transfugio o práctica permitida?
El secretario de Cámara del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Fernando Arteaga, explicó que la figura del tránsfuga se aplica cuando una autoridad ya en ejercicio se inscribe en otra organización política. “En el caso de los recién electos, ellos ya tenían una militancia previa y fueron los propios partidos los que los invitaron o eligieron para sus listas, una práctica permitida por algunos estatutos”. El funcionario sostuvo que “Es un tema todavía no resuelto a través de la ley”.
Una práctica con precedentes
El informe detalla que estos nuevos asambleístas están registrados en partidos como el Movimiento Al Socialismo (MAS), el Frente Revolucionario de Izquierda (FRI), Morena y Acción Democrática Nacionalista (ADN), entre otros. En total, entre el PDC y la alianza Libre, presentaron a 72 postulantes que eran militantes de otros frentes políticos.
El MAS, la militancia más recurrente
De los 21 legisladores electos por el PDC, Libre, Unidad y Alianza Popular, siete militan en el Movimiento Al Socialismo (MAS), según la investigación de Bolivia Verifica. Esto evidencia la complejidad de las alianzas y las estrategias de inscripción de candidaturas en el sistema político boliviano.
Un escenario por definir
La situación pone en debate la normativa electoral y los estatutos de los partidos, los cuales no son uniformes. Mientras algunos estatutos son más estrictos y exigen que sus candidatos sean necesariamente militantes, otros permiten esta práctica, dejando la resolución final en el ámbito de las propias organizaciones políticas.