Estados Unidos y China acuerdan nueva tregua arancelaria por tres meses
Congelan nuevos impuestos a bienes como autos, teléfonos y medicinas. La medida, acordada en Estocolmo, busca evitar shocks en las cadenas de suministro. La tregua entra en vigor inmediatamente y se extenderá hasta al menos mediados de octubre.
Una pausa para calmar los mercados
Estados Unidos y China han acordado suspender la imposición de nuevos aranceles durante otros tres meses, siguiendo las conversaciones formales mantenidas en Estocolmo el 27 de julio de 2025. Este movimiento detiene los nuevos impuestos sobre cientos de tipos de bienes y ofrece a las empresas globales un alivio ante la amenaza de subidas de costes repentinas.
El alcance de la tregua
La última extensión bloquea nuevos derechos que podrían haber afectado a componentes informáticos, automóviles, teléfonos y medicinas. El objetivo es ganar tiempo, prevenir nuevos shocks y dar a las cadenas de suministro la oportunidad de mantenerse estables.
Puntos clave de la negociación
Los funcionarios mantuvieron las conversaciones centradas en dos puntos principales. Primero, congelaron la suspensión de nuevos aranceles, que estaba a punto de expirar. Segundo, abordaron los aranceles estadounidenses vinculados a las importaciones chinas relacionadas con el fentanilo ilegal, un área donde Washington y Beijing permanecen profundamente enfrentados.
Un conflicto comercial con consecuencias globales
Estados Unidos impuso aranceles adicionales para presionar a China a hacer más contra los flujos de drogas ilegales. China afirma que esto daña injustamente el comercio normal. Los datos oficiales muestran que estos aranceles perjudican el comercio en ambas direcciones. Estados Unidos ahora importa menos del 6% de sus bienes desde China, una cifra que ha caído desde el 18% registrado en 2018.
Antecedentes: Una guerra que frena la economía mundial
Los economistas pronostican que la guerra comercial restará aproximadamente un 0,5% al crecimiento económico global total y reducirá el comercio mundial en más de un 3% este año. Ambas partes ya habían pausado algunos aranceles desde mayo, evitando picos de tasas que en ocasiones escalaron hasta el 145% para los aranceles estadounidenses y el 125% para los de China.
Estabilidad a corto plazo, incertidumbre a largo plazo
Para los consumidores e inversores, la pausa significa que los precios y las cadenas de suministro deberían mantenerse más estables durante los próximos tres meses. Las empresas de ambos países continúan buscando nuevos socios y proveedores. Sin embargo, con los principales desacuerdos sin resolver, ambos gobiernos advierten de que el conflicto podría reiniciarse rápidamente si las conversaciones se rompen. La pulseada global por el poder comercial y económico está lejos de haber terminado.