Estados Unidos impone arancel del 15% a Corea del Sur y asegura inversión
Corea del Sur invertirá 350.000 millones de dólares en Estados Unidos. El acuerdo comercial incluye un arancel unilateral del 15% sobre todos los bienes surcoreanos. Se anunció el 30 de julio de 2025 tras meses de tensiones.
Un nuevo trato para el comercio
Estados Unidos y Corea del Sur han acordado un nuevo pacto comercial que marca una ruptura con las políticas de libre comercio del pasado. Bajo este acuerdo, Estados Unidos impone un arancel del 15% a todas las mercancías surcoreanas, mientras que las exportaciones estadounidenses, como automóviles y productos agrícolas, no enfrentarán nuevos aranceles.
Inversión como contrapartida
La parte clave del trato es el compromiso de Corea del Sur de invertir 350.000 millones de dólares en la economía estadounidense. Estos fondos apoyarán los sectores de manufactura, construcción naval, tecnología y energía. Además, Corea del Sur comprará 100.000 millones de dólares en energía estadounidense, principalmente gas natural licuado, en un plazo de tres años y medio.
Excepciones y detalles
Productos como el acero, el aluminio y el cobre quedan excluidos de este nuevo acuerdo y seguirán sujetos a aranceles anteriores que alcanzan hasta el 50%. Corea del Sur también protegió sus mercados más sensibles, como el arroz y la carne de vacuno, de un mayor acceso de importaciones estadounidenses.
Un cambio de rumbo estratégico
Este acuerdo se enmarca en un esfuerzo más amplio de Estados Unidos por cambiar las relaciones comerciales, alejándose de las antiguas reglas que priorizaban el libre comercio. Ahora, cada negociación exige aranceles más altos a las importaciones y grandes promesas de inversión extranjera a cambio del acceso al mercado consumidor estadounidense.
Efectos globales de un acuerdo bilateral
El impacto de este pacto traspasará las fronteras de estos dos países. Otras economías importantes, como Japón y la Unión Europea, se enfrentan ahora a exigencias similares por parte de Washington. Este patrón de acuerdos, con un lenguaje firme y un nuevo enfoque en la industria nacional y la inversión, afectará a empresas y trabajadores en todo el mundo.
Un nuevo patrón comercial
El acuerdo establece un claro precedente: grandes inversiones a cambio de acceso al mercado. Para Corea del Sur, este trato evita sanciones estadounidenses más severas, pero obliga a sus empresas a invertir en Estados Unidos para mantener el flujo comercial. La eficacia de este modelo y su impacto en los precios y el empleo se verá con el tiempo.