La economía europea muestra una frágil estabilidad con el sector industrial en leve crecimiento
El PMI compuesto de la zona del euro sube a 51.1 en agosto. Los datos oficiales muestran una mejora en la industria, pero la confianza del consumidor y la construcción continúan en declive, revelando una recuperación desequilibrada.
Un panorama de dos velocidades
Los datos flash de agosto publicados por S&P Global, la Comisión Europea y Eurostat indican que el sector privado europeo se acerca de nuevo al crecimiento, aunque con importantes debilidades. La mejora se concentra en la industria manufacturera, que subió a 50.5, y en los servicios, que se situaron en 50.7. Ambos índices se encuentran apenas por encima del umbral de 50 que separa la expansión de la contracción.
El motor industrial alemán se reactiva
Alemania, el núcleo industrial de la región, mostró una ligera mejoría. Su manufacturera subió a 49.9, el nivel más fuerte en más de tres años, mientras que sus servicios se mantuvieron en 50.1. En contraste, Francia se mantuvo justo por debajo de la neutralidad, con su manufacturera en 49.9 y sus servicios en 49.7.
La persistente debilidad del consumidor
El lado del consumidor cuenta una historia diferente. La Comisión Europea reportó que la confianza bajó a -15.5 en agosto desde -14.7 en julio. Esta persistente debilidad sugiere que los hogares se mantienen reacios a aumentar el gasto a pesar de una inflación en easing y mercados laborales estables.
La construcción frena la recuperación
Los datos duros de la construcción añadieron otra capa de preocupación. Eurostat reportó que la producción de la zona del euro cayó un 0.8% en junio, tras un descenso del 2.1% en mayo. La UE en su conjunto registró un descenso del 0.5%. Estas contracciones consecutivas subrayan la desaceleración de la inversión en vivienda e infraestructura.
El difícil equilibrio postcrisis
La historia real reside en el desequilibrio. La industria manufacturera parece estabilizarse tras una larga recesión, pero los consumidores y los constructores continúan lastrando las perspectivas. La industria se beneficia de carteras de pedidos más firmes y cadenas de suministro mejoradas, mientras que la demanda interna no muestra una reactivación similar.
Una estabilidad frágil que depende del consumidor
Europa no se desliza hacia una recesión más profunda, pero su crecimiento sigue siendo frágil. El camino a seguir depende menos de la resiliencia de la industria y más de que los hogares recuperen la confianza para gastar. Para las empresas, la división es clara: las firmas orientadas a la exportación pueden encontrar apoyo, mientras que los minoristas y las constructoras se enfrentan a un entorno de cautela.