Trump mantiene aranceles a Corea del Sur tras inversión de 150.000 millones
Corea del Sur invertirá 150.000 millones de dólares en Estados Unidos en diversos sectores industriales. La decisión se produce mientras EE.UU. mantiene un arancel del 15% a los productos surcoreanos. Los acuerdos se anunciaron tras la reunión de los presidentes Trump y Lee Jae-myung en Washington.
Inversión industrial a cambio de acceso al mercado
Empresas surcoreanas anunciaron compromisos masivos en territorio estadounidense. Korean Air acordó comprar 103 aviones Boeing, un pedido valorado en unos 50.000 millones de dólares, el mayor en la historia de la aerolínea. Hyundai Motor Group anunció una expansión de 26.000 millones que incluye una nueva acería en Luisiana y el aumento de la producción de vehículos en Georgia y Alabama.
Energía y defensa
Korea Gas Corporation acordó importar 3,3 millones de toneladas de gas natural licuado estadounidense anualmente durante una década a partir de 2028. En el ámbito de defensa, Korea Zinc y Lockheed Martin anunciaron un acuerdo para construir una cadena de suministro segura de germanio, un mineral clave utilizado en óptica de defensa.
Cooperación nuclear y fondos de inversión
Doosan Enerbility y Korea Hydro and Nuclear Power firmaron acuerdos con Amazon Web Services y Fermi America para desarrollar pequeños reactores modulares en Texas y otros estados. Además, Corea del Sur esbozó planes para un fondo de inversión de 350.000 millones de dólares para expandir los flujos de capital a largo plazo hacia Estados Unidos.
Un acuerdo bajo la sombra de los aranceles
La administración Trump confirmó que mantendrá un arancel del 15% sobre los bienes surcoreanos, una medida que el presidente estadounidense enmarcó como necesaria para equilibrar el comercio. Corea del Sur, por su parte, buscó asegurar su acceso al mercado estadounidense vinculando sus inversiones industriales con los objetivos de cadena de suministro de Washington.
Un futuro de interdependencia económica
Los proyectos prometen empleo y renovación industrial para Estados Unidos, mientras que para Corea del Sur suponen la protección de su cuota de mercado en la economía más grande del mundo, incluso asumiendo la presión arancelaria. La eficacia de esta estrategia se medirá en la ejecución concreta de las inversiones planificadas.