Atacante transgénero mata a dos niños en tiroteo escolar de Minneapolis
Un atacante de 23 años, identificado como Robin Westman, abrió fuego durante una misa en una escuela primaria católica. El hecho ocurrió el miércoles 27 de agosto, dejando dos menores fallecidos y 17 personas heridas antes de que el agresor se suicidara.
Una mañana trágica en la Iglesia de la Anunciación
El jefe de policía de la ciudad, Brian O’Hara, detalló que el ataque se produjo cuando una persona disparó a través de las ventanas de la iglesia mientras decenas de jóvenes estudiantes asistían a una misa. ‘Dos niños pequeños, de ocho y diez años, murieron donde estaban sentados en los bancos’, declaró O’Hara. Otras 14 niños resultaron heridos y tres feligreses de edad avanzada también recibieron disparos.
El perfil del atacante
La persona responsable del ataque fue identificada como Robin Westman de 23 años, quien estudió en esa escuela en el pasado. Nacida como Robert Westman, cambió legalmente su nombre en 2020 y cambió legalmente de género. Dejó notas, un diario y videos en las redes sociales donde expresaba su estado mental: ‘Estoy enferma, estoy triste y atormentada. Suicida desde hace años’.
Armas y motivaciones
Robin Westman había adquirido legalmente sus armas — un fusil, una carabina y una pistola —, lo que ha reavivado el debate sobre la libre circulación de armas. El FBI ha abierto una investigación por crimen de odio anticatólico y como acto de terrorismo doméstico, ya que en sus videos expresaba admiración por los tiroteos masivos y sus armas tenían mensajes de odio.
Un país marcado por la violencia armada
Estados Unidos tiene una larga lista de tiroteos escolares, donde las armas superan en número a las personas y los intentos de restringir su acceso enfrentan un estancamiento político. Este año ha habido al menos 287 tiroteos masivos en el país, según el Archivo de Violencia Armada.
Una comunidad en duelo
El ataque ha conmocionado a la nación, recibiendo condolencias desde la Casa Blanca hasta el Vaticano. La eficacia de las medidas para prevenir futuras tragedias sigue en entredicho en un contexto político y social profundamente dividido respecto al control de armas.